Nuevas recomendaciones para una gestión sostenible de nitratos y amonio en la fertirrigación.
Existe un riesgo de toxicidad en la aplicación de este nutriente, ya que el uso de NH4+ como fuente única de fertilización y a altas concentraciones puede resultar tóxico para el crecimiento de la planta debido también a la disminución del pH en la rizosfera, causando desequilibrios entre los demás cationes y aniones (Rivera-Espejel et al., 2014) ya que el amonio posee un efecto antagónico con iones esenciales como K+, Ca2+ y Mg2+, además de la existencia de un incremento en la entrada de aniones como cloruros, sulfatos y fosfatos.
No sólo se debe cuidar su aplicación, puesto que se conoce que el NH4+ en muchas circunstancias naturales y agrícolas puede resultar tóxico para las plantas, y ha sido descrita su toxicidad en un gran número de especies cultivadas.
El desequilibrio catión / anión, que resulta del cambio de la fuente de N de NO3- en NH4+ parece ser el factor principal en la generación de toxicidad. Otra característica de la toxicidad por NH4+ es la acumulación de aminoácidos en los tejidos. Por otro lado es sabido que cuando se suministra N en forma de NH4+ muchas plantas lo absorben en grandes cantidades preferentemente a otro catión.
Mientras que el nitrato puede ser almacenado en altas concentraciones en las vacuolas, el amonio no, gran parte del amonio absorbido por las raíces es asimilado y translocado hacia los brotes en forma de aminoácidos y aminas (Mengel y Kirkby, 2001) lo que hace a la planta ser más atractiva a plagas de insectos.
El amonio aun en bajas concentraciones si se encuentra en condiciones de pH alto puede transformarse en amoniaco siendo dañino para el metabolismo celular (Mengel y Kirkby, 2001). Por lo anterior, según investigaciones realizadas por (Gallegos-Vázquez et al., 2000), se aconsejaría que el NH4+ no exceda el 15% de la cantidad total aportada de nitrógeno. No obstante, esto varía con la especie en cuestión y las condiciones ambientales.
Ver equipos de medición del potencial de hidrógeno (pH) en la disolución nutritiva.
Interacción entre amonio y nitrógeno
Investigadores como Ruiz et al., (1994) han documentado que la nutrición con amonio induce la acumulación principalmente de putrescina libre, la cual puede causar efectos negativos en el desarrollo de la planta tales como la fuga de K+, pérdidas de proteínas y necrosis en los tejidos en trigo y pimiento. En frutos de tomate y pimiento la relación NO3-:NH4+ puede inducir incluso la aparición de la podredumbre apical (blossom end rot) (Figura 2) sobre todo en la etapa temprana de formación del fruto, ya que existe una mayor sensibilidad al suplemento de Ca.
Además de esto, cuando se emplea una fuente de NH4+ con NO3-, este último contrarresta los efectos negativos, esto podría deberse a que la alcalinización de la rizosfera por parte de la absorción de NO3- puede limitar la acidificación ocasionada por la absorción de NH4+, este efecto necesitaría de una concentración específica de NO3- para poder inhibir o paliar el efecto ocasionado por el NH4+ (Rivera-Espejel et al., 2014).
Las especies de plantas difieren considerablemente en su tolerancia a NH4+, existiendo especies muy tolerantes como algunas gramíneas, mientras que otras como el tomate y el pimiento son considerados cultivos sensibles.
Se recomienda intensificar el cuidado en el uso del nitrógeno como fertilizante, especialmente en cultivos de regadío, por la intensidad de uso del nitrógeno, cultivo de maíz y también en la fruticultura y la horticultura intensiva.