La OMS es la autoridad rectora y coordinadora de la salud dentro del sistema de las Naciones Unidas. Es responsable de proporcionar liderazgo en asuntos de salud global, dar forma a la agenda de investigación en salud, establecer normas y estándares, articular opciones de políticas basadas en evidencia, brindar apoyo técnico a los países y monitorear y evaluar las tendencias de salud.
En el siglo XXI, la salud es una responsabilidad compartida; que implica el acceso equitativo a la atención básica y la defensa colectiva contra las amenazas transnacionales.
La Agenda de la OMS
La OMS opera en un panorama cada vez más complejo y que cambia rápidamente. Los límites de la acción de salud pública se han difuminado y se han extendido a otros sectores que influyen en las oportunidades y los resultados de salud. La OMS responde a estos desafíos utilizando una agenda de seis puntos. Los seis puntos abordan dos objetivos de salud, dos necesidades estratégicas y dos enfoques operativos. El desempeño general de la OMS se medirá por el impacto de su trabajo en la salud de la mujer en África.
Durante la última década, la salud ha alcanzado una prominencia sin precedentes como un motor clave del progreso socioeconómico; y se están invirtiendo más recursos que nunca en la salud. Sin embargo, la pobreza continúa contribuyendo a la mala salud y la mala salud ancla a grandes poblaciones en la pobreza. El desarrollo de la salud se rige por el principio ético de equidad: no se debe negar el acceso a intervenciones que salvan vidas o promueven la salud por razones injustas; incluidas aquellas con raíces económicas o sociales.
El compromiso con este principio garantiza que las actividades de la OMS destinadas al desarrollo de la salud den prioridad a los resultados de salud en los grupos pobres, desfavorecidos o vulnerables. El logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas y el tratamiento de las enfermedades tropicales desatendidas son los pilares de la agenda de salud y desarrollo.
1. Promoción de la seguridad sanitaria
La vulnerabilidad compartida a las amenazas a la seguridad sanitaria exige una acción colectiva. Una de las mayores amenazas para la seguridad sanitaria internacional surge de los brotes de enfermedades emergentes y propensas a epidemias. Estos brotes se están produciendo en cantidades cada vez mayores; impulsados por factores como la rápida urbanización, la mala gestión ambiental, la forma en que se producen y comercializan los alimentos y la forma en que se utilizan y abusan de los antibióticos. La capacidad del mundo para defenderse colectivamente contra los brotes se ha fortalecido desde junio de 2007; cuando entró en vigor el Reglamento Sanitario Internacional revisado.
2. Fortalecimiento de los sistemas de salud
Para que la mejora de la salud funcione como una estrategia de reducción de la pobreza; los servicios de salud deben llegar a las poblaciones pobres y desatendidas. Los sistemas de salud en muchas partes del mundo no pueden hacerlo; por lo que el fortalecimiento de los sistemas de salud es una alta prioridad para la OMS. Las áreas que se están abordando incluyen la provisión de un número suficiente de personal debidamente capacitado, financiamiento suficiente, sistemas adecuados para recopilar estadísticas vitales y acceso a la tecnología apropiada; incluidos los medicamentos esenciales.
3. Aprovechamiento de la investigación, la información y las pruebas
La evidencia proporciona la base para establecer prioridades, definir estrategias y medir resultados. La OMS genera información sanitaria autorizada, en consulta con los principales expertos, para establecer normas y estándares, articular opciones de políticas basadas en pruebas y supervisar la evolución de la situación sanitaria mundial.
4. Fortalecimiento de las asociaciones
La OMS lleva a cabo su trabajo con el apoyo y la colaboración de muchos socios, incluidos los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, donantes, la sociedad civil y el sector privado. La OMS utiliza el poder estratégico de la evidencia para alentar a los socios que implementan programas dentro de los países a alinear sus actividades con las mejores directrices y prácticas técnicas; así como con las prioridades establecidas por los países.
5. Mejora del rendimiento
La OMS participa en las reformas en curso destinadas a mejorar su eficiencia y eficacia, tanto a nivel internacional como dentro de los países. Tiene como objetivo garantizar que su activo más fuerte, su personal, trabaje en un entorno motivador y gratificante. Planifica su presupuesto y actividades a través de la gestión basada en resultados; con claros resultados esperados para medir el desempeño a nivel nacional, regional e internacional.
Reforma de la OMS
Se está reformando para estar mejor equipada y abordar los desafíos cada vez más complejos de la salud de las poblaciones en el siglo XXI. Desde problemas persistentes hasta amenazas nuevas y emergentes para la salud pública. Debe ser lo suficientemente flexible para responder a este entorno en evolución.
El proceso de reforma está impulsado por los Estados miembros y es inclusivo. Los tres objetivos se definieron en la 64ª Asamblea Mundial de la Salud y en la 129ª reunión del Consejo Ejecutivo.
- Mejores resultados de salud, con la OMS cumpliendo las expectativas de sus Estados Miembros y socios para abordar las prioridades de salud mundiales acordadas, centrados en las acciones y áreas en las que la Organización tiene una función única o una ventaja comparativa, y financiados de una manera que facilite este enfoque.
- Mayor coherencia en la salud mundial, con la OMS desempeñando un papel de liderazgo al permitir que los diferentes actores desempeñen un papel activo y eficaz en la contribución a la salud de todos los pueblos.
- Una Organización que persigue la excelencia; uno que sea eficaz, eficiente, receptivo, objetivo, transparente y responsable (EBSS / 2/2).
Han surgido tres campos de trabajo distintos e interconectados en consonancia con estos objetivos:
- Programas y establecimiento de prioridades
- Reforma de la gobernanza
- Reforma gerencial
El Papel de la OMS en la Salud Pública
La OMS cumple sus objetivos mediante sus funciones básicas:
- proporcionar liderazgo en asuntos críticos para la salud y participar en asociaciones donde se necesite una acción conjunta;
- dar forma a la agenda de investigación y estimular la generación, traducción y difusión de conocimientos valiosos;
- establecer normas y estándares y promover y monitorear su implementación;
- articular opciones de políticas éticas y basadas en pruebas;
- brindar apoyo técnico, catalizar el cambio y desarrollar una capacidad institucional sostenible; y
- vigilar la situación sanitaria y evaluar las tendencias sanitarias.
Estas funciones básicas se establecen en el XI Programa General de Trabajo, que proporciona el marco para el programa de trabajo, el presupuesto, los recursos y los resultados de toda la organización. Titulado “Compromiso por la salud”, cubre el período de 10 años de 2006 a 2015.