Vivimos en un mundo acelerado, de alta presión y alta exigencia, donde casi a diario, estamos sujetos a estresores físicos y mentales; ya sea en el trabajo, la vida en el hogar e incluso en la recreación (piense en golpear el pavimento, levantar pesas o someterse a un entrenamiento de intervalos de alta intensidad, por ejemplo). Nuestros niños enfrentan factores estresantes similares a través de sus esfuerzos escolares, deportivos y extracurriculares. Es por estas razones que dormir lo suficiente es importante para mantener un cuerpo sano y estar bien. Para ayudarnos en esa tarea debemos tener una almohada q se ajuste a nuestra forma de dormir entre otras cosas; de modo que nosotros, junto con nuestros hijos, podamos levantarnos a la mañana siguiente para hacerlo todo de nuevo, ¡con energía y vigor! Por lo tanto, garantizar buenas condiciones de sueño es un paso crucial para desarrollar buenos hábitos de sueño.
Papel Que Juega una Almohada Mientras Duermes
Para optimizar su sueño y disfrutar de todos los beneficios de su tiempo de recuperación, la clave es elegir la almohada «adecuada» que se adapte a sus necesidades y a las necesidades de sus hijos. Descansar la cabeza sobre una buena almohada no solo es reconfortante, sino que también juega un papel vital en el apoyo de las intrincadas estructuras óseas y de tejidos blandos de la cabeza, el cuello, los hombros y la columna en su conjunto.
Si se usa bien y correctamente, nuestra buena elección de almohada puede ayudarnos a nosotros y a nuestros hijos no solo a tener un buen sueño reparador, sino también a aliviar, si no prevenir, muchos síntomas comunes de dolor de cuello y hombros, rigidez en las articulaciones y hormigueo. Muchos de nosotros no nos damos cuenta, pero nuestra elección de almohada a menudo tiene un impacto considerable en nuestra calidad general de sueño, recuperación y bienestar.
Tu Elección de Almohadas
A menudo nos bombardean con tantas opciones: espuma, plumas, contornos, látex, materiales envejecidos en el espacio… la lista continúa. Hagámoslo simple. Nuestras almohadas cumplen dos funciones.
- 1) Mantienen la parte superior de nuestro cuerpo alineada durante el sueño
- 2) Absorben la presión, contrarrestan la tensión y sostienen nuestros cuellos y la parte superior de la espalda para permitir un mejor nivel de comodidad
¿Qué Buscar en una Buena Almohada?
La comodidad es subjetiva, porque todos somos físicamente diferentes en tamaño, posiciones para dormir y ciertas condiciones de salud. La elección de una buena almohada, la «correcta», para usted y sus hijos dependerá en gran medida de la posición que usted y sus hijos adopten con mayor frecuencia mientras duermen.
- Personas Que Duermen Boca Arriba: Elija una almohada que soporte la curvatura natural del cuello, es decir, la almohada debe abrazar la curva natural del cuello
- Las Personas Que Duermen de Costado: Busca una almohada que mantenga el cuello recto donde la almohada debería ‘llenar’ el espacio entre el cuello y el colchón (¡el tema de la próxima semana!)
- Personas Que Duermen Boca Abajo: Si bien esta posición no es ideal, una almohada delgada puede ser la mejor. Solo tenga en cuenta que es el relleno de las almohadas el que varía en su nivel de soporte.
Un estudio de Gordon et al en 2009 analizó y comparó la calidad del sueño, la comodidad de la almohada, la vigilia y el dolor de cuello con respecto a las almohadas habituales de los sujetos y las almohadas de estudio, las almohadas con diferente contenido y, finalmente, las almohadas de espuma de diferente forma.
Se encontró que la almohada ortopédica con inserciones de polipropileno era la almohada superior, proporcionando la mayor comodidad debido a una buena alineación espinal. Los otros dos tipos de almohadas fueron la espuma viscoelástica contorneada hecha de poliuretano y la almohada de plumas hecha de 100% plumón de ganso.
No hubo evidencia que sugiera que el uso de una almohada de espuma contorneada tuviera alguna ventaja sobre una almohada de forma regular. Las almohadas de plumón y plumas no proporcionaron casi ningún soporte estructural y no se recomendaron.
Al Final del día, la ‘Mejor’ Almohada
No es necesariamente la más cara (ni la mejor comercializada). Elegir una buena almohada se reduce a la que le brindará la mayor cantidad de apoyo en la posición que usted y sus hijos adoptan más cuando duermen. Cuanto más apoyo tenga su cabeza y cuello, más comodidad disfrutarán usted y sus hijos y, por lo tanto, experimentarán una mejora general en la calidad del sueño, sin mencionar el control de los dolores matutinos y la rigidez a raya.
