Los antioxidantes explicados en términos simples

antioxidantes

¿Qué son los antioxidantes?

Los antioxidantes son moléculas que combaten los radicales libres en su cuerpo. Los radicales libres son compuestos que pueden causar daño si sus niveles se vuelven demasiado altos en su cuerpo. Están vinculados a múltiples enfermedades, como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer.

Su cuerpo tiene sus propias defensas antioxidantes para controlar los radicales libres. Sin embargo, los antioxidantes también se encuentran en los alimentos, especialmente en frutas, verduras y otros alimentos integrales de origen vegetal. Varias vitaminas, como las vitaminas E y C, son antioxidantes eficaces. Los conservantes antioxidantes también juegan un papel crucial en la producción de alimentos al aumentar la vida útil.

Cómo funcionan los radicales libres

Los radicales libres se forman constantemente en su cuerpo. Sin antioxidantes, los radicales libres causarían daños graves muy rápidamente y eventualmente resultarían en la muerte. Sin embargo, los radicales libres también cumplen funciones importantes que son esenciales para la salud.

Por ejemplo, sus células inmunitarias usan radicales libres para combatir infecciones. Como resultado, su cuerpo necesita mantener un cierto equilibrio de radicales libres y antioxidantes. Cuando los radicales libres superan en número a los antioxidantes, puede conducir a un estado llamado estrés oxidativo.

El estrés oxidativo prolongado puede dañar su ADN y otras moléculas importantes de su cuerpo. A veces incluso conduce a la muerte celular. El daño a su ADN aumenta su riesgo de cáncer, y algunos científicos han teorizado que juega un papel fundamental en el proceso de envejecimiento.

Se sabe que varios factores del estilo de vida, el estrés y el medio ambiente promueven la formación excesiva de radicales libres y el estrés oxidativo, que incluyen:

  • la contaminación del aire.
  • humo de cigarro.
  • consumo de alcohol.
  • toxinas.
  • niveles altos de azúcar en sangre.
  • alta ingesta de ácidos grasos poliinsaturados.
  • radiación, incluido el exceso de baños de sol.
  • infecciones bacterianas, fúngicas o virales.
  • ingesta excesiva de hierro, magnesio, cobre o zinc.
  • demasiado o muy poco oxígeno en su cuerpo.
  • ejercicio intenso y prolongado, que causa daño tisular.
  • ingesta excesiva de antioxidantes, como las vitaminas C y E.
  • deficiencia de antioxidantes.

El estrés oxidativo prolongado conduce a un mayor riesgo de resultados negativos para la salud, como enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Antioxidantes en los alimentos

Los antioxidantes son esenciales para la supervivencia de todos los seres vivos. Su cuerpo genera sus propios antioxidantes, como el glutatión, un antioxidante celular. Las plantas y los animales, así como todas las demás formas de vida, tienen sus propias defensas contra los radicales libres y el daño oxidativo.

Por lo tanto, los antioxidantes se encuentran en todos los alimentos integrales de origen vegetal y animal. Es importante la ingesta adecuada de antioxidantes. De hecho, su vida depende de la ingesta de ciertos antioxidantes, a saber, las vitaminas C y E. Sin embargo, muchos otros antioxidantes no esenciales se encuentran en los alimentos. Si bien son innecesarios para su cuerpo, juegan un papel importante en la salud general.

Los beneficios para la salud asociados con una dieta rica en plantas se deben, al menos en parte, a la variedad de antioxidantes que proporcionan. Las bayas, el té verde, el café y el chocolate amargo son famosos por ser buenas fuentes de antioxidantes.

Según algunos estudios, el café es la mayor fuente de antioxidantes en la dieta occidental, pero esto se debe en parte a que el individuo promedio no come tantos alimentos ricos en antioxidantes. Los productos cárnicos y el pescado también contienen antioxidantes, pero en menor grado que las frutas y verduras.

Los antioxidantes pueden aumentar la vida útil de los alimentos procesados ​​y naturales. Por lo tanto, se utilizan con frecuencia como aditivos alimentarios. Por ejemplo, la vitamina C a menudo se agrega a los alimentos procesados ​​para actuar como conservante.

Tipos de antioxidantes dietéticos

Los antioxidantes se pueden clasificar como solubles en agua o en grasas. Los antioxidantes solubles en agua realizan sus acciones en el líquido dentro y fuera de las células, mientras que los solubles en grasa actúan principalmente en las membranas celulares.

Los antioxidantes dietéticos importantes incluyen:

  • Vitamina C. Este antioxidante soluble en agua es un nutriente dietético esencial.
  • Vitamina E. Este antioxidante liposoluble juega un papel fundamental en la protección de las membranas celulares contra el daño oxidativo.
  • Flavonoides. Este grupo de antioxidantes vegetales tiene muchos efectos beneficiosos para la salud.

Muchas sustancias que resultan ser antioxidantes también tienen otras funciones importantes. Ejemplos notables incluyen curcuminoides en cúrcuma y oleocantal en aceite de oliva virgen extra. Estas sustancias funcionan como antioxidantes pero también tienen una potente actividad antiinflamatoria.

¿Debería tomar suplementos antioxidantes?

La ingesta dietética de antioxidantes es esencial para una salud óptima, pero más no siempre es mejor. La ingesta excesiva de antioxidantes aislados puede tener efectos tóxicos e incluso puede promover, en lugar de prevenir, el daño oxidativo, un fenómeno denominado «paradoja de los antioxidantes».

Algunos estudios incluso muestran que altas dosis de antioxidantes aumentan el riesgo de muerte. Por esta razón, la mayoría de los profesionales de la salud aconsejan a las personas que eviten los suplementos antioxidantes en dosis altas , aunque se necesitan más estudios antes de poder llegar a conclusiones sólidas.

Comer muchos alimentos integrales ricos en antioxidantes es una idea mucho mejor. Los estudios indican que los alimentos reducen el daño oxidativo en mayor medida que los suplementos.

Por ejemplo, un estudio comparó los efectos de beber jugo de naranja sanguina y agua azucarada, los cuales contenían cantidades iguales de vitamina C.Encontró que el jugo tenía un poder antioxidante significativamente mayor.

Estos resultados sugieren que los compuestos de los alimentos funcionan de forma sinérgica. Tomar solo uno o dos nutrientes aislados no tendrá los mismos efectos beneficiosos. La mejor estrategia para asegurar una ingesta adecuada de antioxidantes es seguir una dieta rica en diversas verduras y frutas, junto con otros hábitos saludables.

Sin embargo, los suplementos en dosis bajas, como los multivitamínicos, pueden ser beneficiosos si tiene deficiencia de ciertos nutrientes o no puede seguir una dieta saludable.

Conclusiones

La ingesta adecuada de antioxidantes es esencial para una dieta saludable, aunque algunos estudios sugieren que los suplementos en dosis altas pueden ser perjudiciales. La mejor estrategia es obtener su dosis diaria de antioxidantes de alimentos vegetales saludables, como frutas y verduras.

¿Qué son las grasas trans? Son malas para usted?

grasas trans

Es posible que haya escuchado mucho sobre las grasas trans. Estas grasas son notoriamente nocivas para la salud, pero es posible que no sepa por qué. Aunque la ingesta ha disminuido en los últimos años a medida que ha aumentado la conciencia y los reguladores han restringido su uso, las grasas trans siguen planteando un problema de salud pública.

¿Qué son las grasas trans?

Las grasas trans, o ácidos grasos trans, son una forma de grasa insaturada. Vienen en formas naturales y artificiales. Las grasas trans naturales o de rumiantes se encuentran en la carne y los productos lácteos de los animales rumiantes, como el ganado vacuno, ovino y caprino. Se forman naturalmente cuando las bacterias en el estómago de estos animales digieren la hierba.

Por lo general, estos tipos comprenden del 2 al 6% de la grasa de los productos lácteos y del 3 al 9% de la grasa de los cortes de carne de res y cordero. Sin embargo, los consumidores de carne y productos lácteos no deben preocuparse. Varias revisiones han concluido que una ingesta moderada de estas grasas no parece dañina.

La grasa trans de rumiantes más conocida es el ácido linoleico conjugado (CLA), que se encuentra en la grasa láctea. Se cree que es beneficioso y se comercializa como suplemento dietético.

Sin embargo, las grasas trans artificiales, también conocidas como grasas trans industriales o grasas parcialmente hidrogenadas, son peligrosas para la salud. Estas grasas se producen cuando los aceites vegetales se alteran químicamente para permanecer sólidos a temperatura ambiente, lo que les da una vida útil mucho más larga.

¿Dañan tu corazón?

Las grasas trans artificiales pueden aumentar su riesgo de enfermedad cardíaca. En una serie de estudios clínicos, las personas que consumen grasas trans en lugar de otras grasas o carbohidratos experimentaron un aumento significativo en el colesterol LDL (malo) sin el correspondiente aumento de colesterol HDL (bueno) colesterol.

Mientras tanto, la mayoría de las otras grasas tienden a aumentar tanto el LDL como el HDL. De manera similar, reemplazar otras grasas dietéticas con grasas trans aumenta significativamente la proporción entre el colesterol total y el HDL (bueno) y afecta negativamente a las lipoproteínas, que son factores de riesgo importantes para las enfermedades cardíacas.

De hecho, muchos estudios observacionales relacionan las grasas trans con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.

¿Afectan la sensibilidad a la insulina y la diabetes?

La relación entre las grasas trans y el riesgo de diabetes no está completamente clara. Un gran estudio en más de 80,000 mujeres señaló que aquellas que consumían la mayor cantidad de grasas trans tenían un 40% más de riesgo de diabetes.

Sin embargo, dos estudios similares no encontraron relación entre la ingesta de grasas trans y la diabetes. Varios estudios controlados que examinan las grasas trans y los factores de riesgo de diabetes, como la resistencia a la insulina y los niveles de azúcar en sangre, muestran resultados inconsistentes.

Dicho esto, la investigación en animales revela que grandes cantidades de grasas trans dañan la función de la insulina y la glucosa. En particular, en un estudio de 6 años en monos, una dieta alta en grasas trans (8% de las calorías) causó resistencia a la insulina y aumento de la grasa abdominal y la fructosamina, un marcador de alto nivel de azúcar en sangre.

Relación con la inflamación

Se cree que el exceso de inflamación es la causa principal de muchas enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, síndrome metabólico, diabetes y artritis. Dos estudios indican que las grasas trans aumentan los marcadores inflamatorios cuando reemplazan otros nutrientes en la dieta, pero otro estudio cambió la mantequilla por margarina y no encontró diferencias. En estudios observacionales, las grasas trans están relacionadas con un aumento de los marcadores inflamatorios, especialmente en personas con exceso de grasa corporal.

Relación con los vasos sanguíneos y el cáncer

Se cree que las grasas trans dañan el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, conocido como endotelio. En un estudio de 4 semanas en el que las grasas trans reemplazaron a las grasas saturadas, el colesterol HDL (bueno) se redujo un 21% y la dilatación de las arterias se deterioró en un 29%.

En otro estudio, los marcadores de disfunción endotelial también aumentaron con una dieta rica en grasas tran. Aún así, muy pocos estudios han examinado el efecto de las grasas trans sobre el cáncer.

En un esfuerzo de investigación a gran escala llamado Nurses ‘Health Study, la ingesta de grasas trans antes de la menopausia se asoció con un mayor riesgo de cáncer de mama después de la menopausia. Sin embargo, dos revisiones sugieren que el vínculo con el cáncer es muy débil.

Fuentes en la dieta moderna

Los aceites vegetales parcialmente hidrogenados son la mayor fuente de grasas trans en su dieta porque son baratos de fabricar y tienen una larga vida útil.

Si bien se encuentran en una variedad de alimentos procesados, los gobiernos se han movido recientemente para restringir las grasas trans. En 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) prohibió el uso de aceite parcialmente hidrogenado en la mayoría de los alimentos procesados.

Sin embargo, esta prohibición no se ha implementado completamente, por lo que muchos alimentos procesados aún contienen grasas trans. Varios otros países han tomado medidas similares para reducir el contenido de grasas trans de los productos procesados.

Como evitarlos

Puede ser complicado evitar por completo las grasas trans. En los Estados Unidos, los fabricantes pueden etiquetar sus productos como «sin grasas trans» siempre que haya menos de 0,5 gramos de estas grasas por porción. Claramente, algunas galletas “sin grasas trans” podrían sumarse rápidamente a cantidades dañinas.

Para evitar las grasas trans, es importante leer las etiquetas con atención. No coma alimentos que tengan elementos parcialmente hidrogenados en la lista de ingredientes. Al mismo tiempo, leer las etiquetas no siempre es suficiente. Algunos alimentos procesados, como los aceites vegetales regulares, contienen grasas trans pero no las nombran en la etiqueta o en la lista de ingredientes.

Un estudio de EE. UU. Sobre aceites de soja y canola comprados en tiendas encontró que entre el 0,56 y el 4,2% de las grasas eran grasas trans, sin ninguna indicación en el envase. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer es reducir la cantidad de alimentos procesados ​​en su dieta.

Conclusiones

La mayoría de las grasas trans de la dieta occidental son peligrosas para la salud. Aunque las grasas trans de rumiantes (naturales) de productos animales se consideran seguras en cantidades moderadas, las artificiales están fuertemente asociadas con problemas de salud, incluida la enfermedad cardíaca.

Las grasas trans artificiales también están relacionadas con la inflamación a largo plazo, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, especialmente para las personas con obesidad o exceso de peso. Aunque la cantidad de grasas trans en la dieta moderna ha disminuido, la ingesta promedio sigue siendo una preocupación en muchos países.

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¿Cuál es la diferencia entre grasas saturadas e insaturadas?

Grasas insaturadas

¿Qué son las grasas alimentarias?

Las grasas pueden tener mala reputación, pero la grasa es vital para su salud. El cuerpo realmente necesita grasa para obtener energía y para muchos procesos críticos, como la absorción de ciertas vitaminas y minerales.

Durante varias décadas, las tiendas de comestibles estadounidenses han estado abastecidas con una variedad de productos alimenticios bajos en grasa y sin grasa. Debido a que la grasa tiene un alto contenido de calorías, eliminarla parecía una buena forma de controlar el peso y mejorar la salud.

Desafortunadamente, los azúcares agregados y los carbohidratos refinados se utilizan a menudo para reemplazar la grasa en los alimentos procesados. Eso se suma a muchas calorías adicionales con poco o ningún valor nutricional.

Sin embargo, hay una grasa mala que debes evitar: las grasas trans. No tienen ningún valor nutricional y son perjudiciales para la salud.

A menudo se encuentran en:

  • comida frita
  • bocadillos procesados
  • productos horneados

En junio de 2015, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) anunció su posición de que los aceites parcialmente hidrogenados, la principal fuente de grasas trans artificiales en los alimentos procesados, no son «generalmente reconocidos como seguros» para comer. Los fabricantes de alimentos tienen 3 años para eliminarlos.

Este proceso ya ha comenzado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está trabajando para eliminar las grasas trans del suministro mundial de alimentos para 2023. Otros dos tipos de grasas alimentarias son grasas saturadas e insaturadas. En lugar de tratar de reducir la grasa, es más útil aprender más sobre estos dos tipos de grasa y cómo afectan su cuerpo.

¿Qué son las grasas saturadas?

Las grasas que están muy empaquetadas sin dobles enlaces entre los ácidos grasos se denominan grasas saturadas. Hay algunas excepciones, pero la mayoría son sólidas a temperatura ambiente.

Las fuentes de grasas saturadas incluyen:

  • Trozos grasos de carne como ternera y cordero.
  • algunos productos de cerdo y pollo.
  • productos lácteos que incluyen crema, leche entera, mantequilla, manteca y queso.
  • aceites de coco y palma.

El debate sobre si el consumo de grasas saturadas es malo para la salud del corazón ha estado en curso durante décadas. Los estudios de investigación ofrecen hallazgos contradictorios con respecto al impacto de las grasas saturadas en la salud del corazón, lo que hace que este tema sea particularmente confuso para los consumidores.

Si bien está claro que saturado las grasas elevan los lípidos en sangre, incluidos los niveles de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y algunos otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como la inflamación, no está claro si las grasas saturadas aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca.

Por ejemplo, una revisión de 2014 de 32 estudios que incluyeron 27 ensayos de control aleatorios que involucraron a más de 650,000 personas no encontró asociación entre la ingesta de grasas saturadas y el riesgo de enfermedad cardíaca.

La revisión concluyó que, «La evidencia actual no respalda claramente las pautas cardiovasculares que fomentan un alto consumo de ácidos grasos poliinsaturados y un bajo consumo de grasas saturadas totales». Sin embargo, otros estudios han demostrado que la ingesta de grasas saturadas puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.

Si bien la investigación sobre este tema está en curso, es importante tener en cuenta que las grasas saturadas son solo una parte de su ingesta dietética. Lo más importante para mantener su salud y reducir su riesgo de enfermedad es la calidad general de su ingesta dietética y estilo de vida.

Una dieta rica en grasas saturadas puede aumentar sus niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que aumentará su riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2. Un estudio preliminar mostró que la carne de res alimentada con pasto puede elevar el colesterol menos que la carne de res alimentada con granos. La carne de res magra alimentada con pasto generalmente contiene menos grasa.

¿Qué es la grasa insaturada?

Las grasas insaturadas están sueltas. Suelen ser líquidos a temperatura ambiente.

Hay dos tipos principales de grasas insaturadas:

Grasas monoinsaturadas

La investigación muestra que el consumo de grasas monoinsaturadas de origen vegetal puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y la mortalidad general.

Los alimentos con mayor contenido de grasas monoinsaturadas incluyen:

  • aceite de oliva.
  • aceite de cacahuete.
  • aguacates.
  • la mayoría de las nueces.
  • la mayoría de las semillas.

Grasas poliinsaturadas

Su cuerpo necesita grasas poliinsaturadas para funcionar. Las grasas poliinsaturadas ayudan con el movimiento muscular y la coagulación de la sangre. Dado que su cuerpo no produce este tipo de grasa, debe obtenerla a través de su dieta.

Las grasas poliinsaturadas se pueden dividir en dos tipos: ácidos grasos omega-3 y omega-6. Los ácidos grasos omega-3 son beneficiosos para la salud del corazón.

Las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3 son:

  • pescados grasos, como sardinas, atún, salmón, trucha, caballa y arenque.
  • lino molido y aceite de linaza.
  • soja.
  • ostras.
  • semillas de girasol.
  • nueces.
  • semillas de chia.
  • semillas de cáñamo.

Existe un debate sobre el papel inflamatorio de los ácidos grasos omega-6. La mayoría de los estadounidenses consumen más que suficientes. El consumo de demasiados alimentos ricos en grasas omega-6 puede aumentar la inflamación en su cuerpo y aumentar el riesgo de ciertas afecciones de salud, incluida la obesidad.

Los ácidos grasos omega-6 se pueden encontrar en:

  • aceite de canola.
  • aceite de cártamo.
  • aceites de soja.
  • aceite de girasol.
  • aceite de nuez.
  • aceites de maíz.

Según la Escuela de Medicina de Harvard, una investigación reciente revela que no hay suficiente evidencia de que las grasas saturadas aumenten el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Sin embargo, según un Estudio de 2017, la evidencia sugiere que la elección de grasas poliinsaturadas en lugar de grasas saturadas puede reducir el riesgo. Ese no es el caso si reemplaza las grasas saturadas con azúcar y carbohidratos procesados.

Algunos aceites pueden tener más beneficios para la salud que otros. El aceite de canola, aunque se considera una grasa insaturada, es muy refinado. Según un estudio de 2018, la investigación ha demostrado que puede tener efectos negativos en la salud. Se recomienda consumir aceites con moderación y variar la ingesta de tipos de aceites.

Un estudio de 2016 ha descubierto que calentar repetidamente los aceites vegetales puede disminuir su actividad antioxidante y aumentar la producción de radicales libres, lo que puede provocar efectos negativos en la salud. Evite el sobrecalentamiento o la quema de aceites vegetales para mantener su contenido de nutrientes.

¿Cuáles son los niveles recomendados de ingesta de grasas?

Las personas necesitan grasas, por lo que no tienes que prescindir de ellas. Sin embargo, las autoridades reguladoras recomiendan que coma grasas saturadas con moderación.

La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda limitar la ingesta de grasas saturadas a menos del 6 por ciento de sus calorías diarias. Eso se traduce en aproximadamente 120 calorías, o aproximadamente 13 gramos por día con una dieta diaria de 2,000 calorías.

Según la Clínica Cleveland, la ingesta total de grasas debe estar entre el 20 y el 35 por ciento, lo que equivale a entre 44 y 77 gramos de grasa total al día con una dieta de 2000 calorías.

Sin embargo, la investigación muestra que ciertas dietas ricas en grasas, como la dieta mediterránea y las dietas bajas en carbohidratos, son beneficiosas para la salud en general. En última instancia, sus necesidades energéticas, genética y estilo de vida son los mejores indicadores de sus necesidades de macronutrientes.

Consejos para asegurarse de que su dieta sea equilibrada

La elección de incorporar fuentes nutritivas de grasas en su dieta puede beneficiar su salud de muchas maneras, que incluyen:

  • aumentando la saciedad y reduciendo el hambre
  • ayudándole a mantener un peso saludable
  • mejorar los niveles de lípidos en sangre

Sin embargo, no todas las grasas son iguales.

La siguiente tabla puede ayudarlo a elegir las fuentes de grasa más saludables.

Fuentes de grasa no saludablesFuentes saludables de grasa
margarinaaceite de oliva, aceite de aguacate y aceite de coco
helado, glaseado y otros alimentos azucarados con alto contenido de grasayogur entero o bajo en grasa sin azúcar
Bebidas grasas con alto contenido calórico como la leche entera con chocolate, comida frita, manteca vegetalaguacates, coco sin azúcar, Olivos
carnes procesadas como tocino y fiambresnueces, semillas y mantequillas de nueces
Aceites vegetales refinados, incluido el aceite de canola, alimentos empaquetados con alto contenido de grasa, como papas fritas y galletaspescado con alto contenido de grasa como salmón y sardinas, huevos enteros, semillas de chía y cáñamo

Otros alimentos ricos en grasas como el queso y la mantequilla también pueden adaptarse a un estilo de vida saludable. Solo use moderación con estos y otros alimentos ricos en grasas, ya que son ricos en calorías y pueden provocar un aumento de peso si se consumen en exceso.

Al preparar las comidas, tenga en cuenta que ciertas grasas son más apropiadas para los métodos de cocción a altas temperaturas, mientras que otras solo deben agregarse a los platos después de la cocción porque son más sensibles al calor.

Por ejemplo, el aceite de oliva virgen extra o el aceite de aguacate funcionan bien para saltear o freír, mientras que los aceites delicados como los de nuez y lino solo deben usarse para dar sabor a los platos después de cocinarlos.

A continuación, presentamos algunos consejos para una alimentación saludable:

  • Saltear con aceite de oliva o aceite de aguacate.
  • Hornee con aceite de oliva, girasol, coco o aguacate.
  • Hornee, ase o ase a la parrilla mariscos y aves en lugar de freír.

Cuando vaya de compras, lea atentamente las etiquetas nutricionales. Tenga cuidado al comprar productos reducidos en grasas, ya que las grasas a menudo se reemplazan con azúcares y otros aditivos que no son buenos para su salud en general.

La forma más fácil de asegurarse de elegir artículos saludables al comprar es llenar su carrito con alimentos en su mayoría enteros, sin procesar y ricos en nutrientes como verduras, frutas, fuentes de proteínas de relleno y grasas saludables.

Conclusiones

La alimentación saludable comienza con una dieta rica en alimentos integrales, incluidas fuentes de grasas saludables como aguacates, nueces, semillas, huevos y aceite de oliva.

Así como el consumo excesivo de cualquier macronutriente puede provocar un aumento de peso, comer demasiados alimentos ricos en grasas puede hacer que aumente de peso si las calorías no se tienen en cuenta en otra parte de su dieta.

Tener sobrepeso u obesidad puede aumentar su riesgo de enfermedad cardíaca y otras afecciones crónicas de salud como la diabetes. Sin embargo, las grasas son una parte esencial de la dieta. Intente elegir los tipos correctos de grasas y disfrútelos con moderación como parte de un plan de alimentación saludable.

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¿Son buenos los anacardos para usted? Nutrición, beneficios y desventajas

anacardos

Los anacardos son una semilla en forma de riñón procedente del árbol de anacardo, un árbol tropical originario de Brasil pero que ahora se cultiva en varios climas cálidos en todo el mundo.

Aunque comúnmente se conocen como nueces de árbol y son nutricionalmente comparables a ellas, los anacardos son en realidad semillas. Son ricas en nutrientes y compuestos vegetales beneficiosos y son una adición fácil a muchos platos.

Como la mayoría de los frutos secos, los anacardos también pueden ayudar a mejorar su salud en general. Se han relacionado con beneficios como la pérdida de peso, un mejor control del azúcar en la sangre y un corazón más saludable. Este artículo revisa la nutrición, los beneficios y las desventajas de los anacardos para determinar si son buenos para usted.

Rica en nutrientes

Los anacardos son ricos en una variedad de nutrientes. Una onza (28 gramos) de anacardos sin tostar y sin sal le proporciona alrededor de:

  • Calorías: 157
  • Proteína: 5 gramos
  • Grasa: 12 gramos
  • Carbohidratos: 9 gramos
  • Fibra: 1 gramo
  • Cobre: 67% del valor diario (DV)
  • Magnesio: 20% de la VD
  • Manganeso: 20% de la VD
  • Zinc: 15% de la VD
  • Fósforo: 13% de la VD
  • Hierro: 11% de la VD
  • Selenio: 10% de la VD
  • Tiamina: 10% de la VD
  • Vitamina K: 8% de la VD
  • Vitamina B6: 7% de la VD

Los anacardos son especialmente ricos en grasas insaturadas, una categoría de grasas relacionada con un menor riesgo de muerte prematura y enfermedades cardíacas.

También son bajos en azúcar, una fuente de fibra y contienen casi la misma cantidad de proteína que una cantidad equivalente de carne cocida.

Además, los anacardos contienen una cantidad significativa de cobre, un mineral esencial para la producción de energía, el desarrollo saludable del cerebro y un sistema inmunológico fuerte. También son una gran fuente de magnesio y manganeso, nutrientes importantes para la salud ósea.

Contiene compuestos vegetales beneficiosos

Las nueces y las semillas se consideran potencias de antioxidantes, y los anacardos no son una excepción.

Los antioxidantes son compuestos vegetales beneficiosos que mantienen su cuerpo saludable al neutralizar las moléculas que causan daños conocidas como radicales libres. A su vez, esto ayuda a reducir la inflamación y aumenta la capacidad de su cuerpo para mantenerse saludable y libre de enfermedades.

Los anacardos son una rica fuente de polifenoles y carotenoides, dos clases de antioxidantes que también se encuentran en otros frutos secos. Los estudios relacionan los antioxidantes en nueces como nueces, nueces y almendras con niveles más bajos de daño celular oxidativo.

Debido a su perfil antioxidante similar, se puede esperar que los anacardos ofrezcan beneficios similares para combatir la oxidación. Esto puede ser particularmente cierto en el caso de los anacardos tostados, que parecen tener una mayor actividad antioxidante en comparación con sus contrapartes crudas.

Dicho esto, el número de estudios específicos sobre el anacardo es limitado y se necesita más investigación antes de poder sacar conclusiones sólidas.

Puede ayudarte a perder peso.

Las nueces son ricas en calorías y grasas. Por lo tanto, a las personas que desean perder peso tradicionalmente se les ha aconsejado que limiten la cantidad de nueces en su dieta. Sin embargo, la investigación está comenzando a vincular las dietas ricas en nueces con una mayor pérdida de peso y un peso corporal más bajo en general que las dietas sin nueces.

Esto puede explicarse en parte por el hecho de que los anacardos parecen proporcionar al cuerpo menos calorías de las que se pensaba. Según la base de datos FoodData Central del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), los anacardos proporcionan 157 calorías por porción de 1 onza (28 gramos).

Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que el cuerpo humano solo puede digerir y absorber alrededor del 84% de estas calorías. Esto probablemente se deba a que una parte de la grasa que contienen permanece atrapada dentro de la pared fibrosa del anacardo en lugar de ser absorbida durante la digestión.

Por otro lado, tostar o moler nueces puede aumentar la capacidad de su cuerpo para digerirlas por completo, aumentando así la cantidad de calorías absorbidas.

Como resultado, los beneficios de la pérdida de peso pueden ser más fuertes para los anacardos enteros y crudos, aunque se necesita más investigación para confirmarlo. Y es posible que esté sacrificando el beneficio antioxidante que se obtiene al tostar anacardos.

Además de proporcionar menos calorías de las esperadas, las nueces también son ricas en proteínas y fibra, que se sabe que reducen el hambre y promueven la sensación de saciedad, los cuales pueden promover aún más la pérdida de peso.

Puede mejorar la salud del corazón

Las dietas ricas en nueces, incluidos los anacardos, se han relacionado constantemente con un menor riesgo de enfermedades, como derrames cerebrales y enfermedades cardíacas.

Uno encontró que las personas con diabetes tipo 2 que consumían el 10% de sus calorías diarias de anacardos tenían proporciones más bajas de colesterol LDL (malo) a colesterol HDL (bueno) que aquellas que no consumían anacardos en absoluto.

Una proporción baja de LDL a HDL generalmente se considera un marcador de buena salud cardíaca.

Otros dos estudios relacionan el consumo de anacardos con niveles más altos de colesterol HDL y presión arterial más baja, así como con la reducción de los niveles de colesterol total y LDL.

Sin embargo, una revisión reciente muestra resultados contradictorios. Uno de los estudios incluidos sugiere que la ingesta regular de anacardos puede reducir la presión arterial y los niveles de triglicéridos. Sin embargo, no encuentra ningún efecto sobre los niveles de colesterol total, LDL o HDL.

De manera similar, otra revisión no pudo encontrar cambios significativos en los niveles de colesterol o triglicéridos luego del consumo de 1 a 3,8 onzas (28 a 108 gramos) de anacardos por día durante 4 a 12 semanas.

Los investigadores sugieren que estos resultados inconsistentes pueden deberse al número limitado de estudios y al pequeño tamaño de los participantes. Concluyen que aunque los anacardos tienen la misma probabilidad de beneficiar la salud del corazón que otros frutos secos, se necesita más investigación para confirmarlo.

También puede haber diferencias en función de si los participantes en estos estudios reemplazaron bocadillos más poco saludables con anacardos o simplemente agregaron anacardos a sus patrones de alimentación actuales.

Puede ser beneficioso para las personas con diabetes tipo 2.

Las personas con diabetes tipo 2 pueden beneficiarse al agregar anacardos a su dieta. Esto se debe en parte a que los anacardos son una buena fuente de fibra, un nutriente que ayuda a prevenir los picos de azúcar en la sangre y que se cree que ofrece protección contra la diabetes tipo 2.

Los estudios que analizan los efectos de los anacardos en los niveles de azúcar en sangre son limitados. Sin embargo, en un estudio, las personas con diabetes tipo 2 que consumían el 10% de sus calorías diarias de anacardos tenían niveles generales de insulina más bajos, un marcador del control del azúcar en la sangre, que aquellos que no consumían anacardos en absoluto.

Además, los anacardos solo contienen 8 gramos de carbohidratos netos por porción, de los cuales menos de 2 gramos provienen de azúcares. Los carbohidratos netos se refieren a la cantidad total de carbohidratos en un alimento, menos la cantidad de fibra que contiene, lo que proporciona un valor para la cantidad neta de carbohidratos que su cuerpo realmente puede absorber.

Es probable que la sustitución de alimentos con más carbohidratos netos y azúcar por anacardos ayude a reducir los niveles de azúcar en sangre. Dicho esto, se necesita más investigación para examinar los efectos de las dietas ricas en anacardos en personas con diabetes tipo 2.

Fácil de agregar a tu dieta.

Los anacardos son muy fáciles de agregar a su dieta. Se pueden comer crudos o asados, y son un refrigerio portátil fácil. Los anacardos enteros o molidos también se pueden incorporar en una variedad de platos, que van desde tofu revuelto y salteados hasta sopas, ensaladas y guisos.

La mantequilla de anacardo es otra forma de agregar anacardos a su dieta. Extiéndalo sobre una tostada o revuélvalo con yogur o avena. También puede procesar mantequilla de anacardo junto con avena y sus frutos secos favoritos para hacer bolas energéticas caseras y sin hornear.

Los anacardos también se pueden remojar y mezclar con vinagre de sidra de manzana o jugo de limón para hacer su propia crema agria o queso crema sin lácteos. Úselos para agregar sabor a las comidas o para hacer versiones sin lácteos de sus postres favoritos.

Solo tenga en cuenta que algunos anacardos tostados y salados pueden contener cantidades significativas de aceites y sal agregados. Si su objetivo es limitar el exceso de sal o grasas agregadas, considere elegir variedades de anacardos tostados secos o crudos sin sal siempre que sea posible.

Conclusiones

Los anacardos son ricos en fibra , proteínas y grasas saludables. También contienen una variedad de vitaminas, minerales y compuestos vegetales beneficiosos que protegen la salud.

Al igual que las nueces, los anacardos pueden promover la pérdida de peso, el control del azúcar en la sangre y la salud del corazón. Sin embargo, hay menos investigación sobre anacardos que sobre otros frutos secos. Por lo tanto, se necesitan más estudios específicos sobre el anacardo para confirmar estos beneficios.

Dicho esto, hay pequeñas desventajas de agregar más anacardos a su dieta. Solo recuerde elegir variedades crudas o tostadas en seco sin sal siempre que sea posible.

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Efecto de las condiciones de almacenamiento y el encerado en el estatus hídrico y la calidad poscosecha en frutos de pepino de mesa y mango

mango y pepino

El estrés de agua provocado por una transpiración excesiva al almacenar los frutos en condiciones deficientes de humedad, provoca frutos marchitos y flácidos, acelera los procesos de maduración y acorta la vida de anaquel.

El estado hídrico presente en las células vegetales es uno de los factores principales que determinan la calidad y la vida de anaquel de los productos perecederos. El estrés de agua provocado por una transpiración excesiva al almacenar los frutos en condiciones deficientes de humedad, provoca frutos marchitos y flácidos, acelera los procesos de maduración y acorta la vida de anaquel.

A pesar de que el contenido de agua en las frutas es considerado primordial para mantener frutos turgentes con calidad aceptable, aún se desconoce la relación que existe entre el estado hídrico del producto hortofrutícola, el manejo poscosecha y las condiciones de almacenamiento. Ahora bien, el estado hídrico está definido por el contenido de agua y el potencial hídrico de los tejidos.

La pérdida de agua de los frutos ocurre principalmente, vía permeabilidad, así como también a través de los estomas y las lenticelas localizadas en la cutícula de los frutos. Este fenómeno, se puede reducir de manera significativa en función de las condiciones óptimas de almacenamiento del producto (temperatura y humedad relativa), así como con la aplicación de ceras, las cuales reducen la velocidad de transpiración.

Dado que las frutas y hortalizas continúan perdiendo agua aún después de ser cosechados, desarrollar modelos que permitan predecir la calidad y la vida de anaquel, utilizando los cambios que ocurren en los parámetros de agua de los frutos en función de las diferentes condiciones de almacenamiento (Déficit de Presión de Vapor, DPV) y manejo poscosecha (encerado) permitirá establecer estrategias de comercialización, enfocadas en mantener la calidad (apariencia y turgencia del fruto.

Por tal motivo, el objetivo de este estudio fue, investigar el efecto que tienen las condiciones de almacenamiento y el encerado en el estatus hídrico y la calidad poscosecha, de tal manera que esta información permitiera generar modelos matemáticos para predecir la vida de anaquel de frutos de pepino y mango.

Para lo anterior, los frutos fueron inicialmente divididos en dos lotes. A un lote se le aplicó cera comercial (Decco para pepino y Britex para mango) y el otro lote fue dejado como testigo (sin cera). Posteriormente, los frutos fueron almacenados bajo diferentes DPV, desde 0.19 hasta 1.26 KPa. Se monitoreó la pérdida de peso diaria y acumulativa, la firmeza, los potenciales hídrico (Ψw), osmótico (Ψs) y de presión (Ψp); así como los sólidos solubles totales (°Brix) y el contenido relativo de agua (CRA).

En pepino, los primeros síntomas de pérdida de calidad (marchitamiento, ilustrado con flechas) se mostraron cuando los frutos alcanzaron un 6 % de pérdida de peso, independiente de las condiciones de DPV o la aplicación de cera. La aplicación de cera redujo la pérdida de peso en las distintas condiciones de almacenamiento (Figura 1).

La pérdida de peso diaria de frutos con y sin cera en función de las condiciones de almacenamiento (DPV) permitió generar modelos para predecir la pérdida de peso (Figura 2). Frutos encerados en condiciones de baja humedad relativa (DPV=1.26 KPa), alcanzaron el 6 % de pérdida de peso a los seis días. Los frutos (con o sin cera) bajo condiciones de alta humedad relativa (DPV=0.2 KPa), nunca alcanzaron estos valores (Figura 1).

Los potenciales hídrico, osmótico y de presión iniciales en el fruto mostraron valores de -0.4 MPa, 0.6 MPa y 0.2 MPa, respectivamente. Durante almacenamiento los frutos generaron valores más negativos en el Ψw y Ψs, particularmente en condiciones de baja humedad relativa.

El contenido relativo de agua (CRA) disminuyó más del 10% durante el almacenamiento. Valores inferiores al 88 % de CRA, indicaron plasmólisis celular, al disminuir el Ψp a valores negativos. Valores más negativos de Ψs estuvieron asociados con incrementos en los sólidos solubles totales.

Figura 1. Porcentaje de pérdida de peso acumulado en (a) frutos de pepino testigo; y (b) frutos de pepino encerado, durante el almacenamiento a 24ºC /- 2ºC con diferentes condiciones de DPV /- Error estándar de 10 repeticiones.


Figura 2. Porcentaje de pérdida de peso diaria en frutos de pepino almacenado bajo diferentes condiciones de DPV durante 14 días a 24ºC /- 2ºC.

Figura 3. Pérdida de peso en frutos de mango cv. Keitt testigos y encerados almacenado bajo diferentes condiciones de DPV. Misma letra entre frutos testigo o tratados son significativamente diferentes a un infinito del 5 por ciento.

En los frutos de mango, la aplicación de cera fue más efectiva en reducir la pérdida de peso de los frutos almacenados en condiciones altas de DPV. (Figura 3). A diferencia de los resultados generados para pepino, en mango, los modelos para predecir pérdida de peso en función de las condiciones de almacenamiento (DPV), presentaron interceptos similares entre frutos con y sin cera, pero pendientes diferentes y significativas a través del tiempo (Figura 4).

A pesar de que los valores de CRA del 88 % estuvieron asociados a un potencial de presión negativo (plasmólisis), los frutos de mango mantuvieron su calidad comercial hasta que los valores de CRA fueron inferiores al 84 %. El comportamiento del Ψw en los frutos de mango mostró cambios más drásticos durante su almacenamiento variando desde -1.0 hasta -2.8 MPa dependiendo de las condiciones de DPV y la aplicación de cera.

Esto fue debido, principalmente, a la acumulación de solutos, característico de frutas dulces, observándose una estrecha relación entre el contenido de sólidos solubles y el Ψs (Ψs= -0.1031 MPA* – 0.3262 °Brix).

Figura 4. Porcentaje de pérdida de peso diario en frutos de mango cv. Keitt testigos y encerados bajo diferentes condiciones de DPV.

Las ecuaciones de regresión del porcentaje de pérdida de peso diaria en función al déficit de presión de vapor durante almacenamiento, pueden ser utilizadas para predecir la vida de anaquel de los frutos. De la misma manera, esta pérdida de calidad está asociada a cambios en los potenciales hídricos y el contenido relativo de agua.

Este estudio ofrece información nueva acerca del estatus hídrico en poscosecha de frutos de pepino y mango y demuestra claramente la importancia del encerado en los frutos, así como la necesidad de mantener valores bajos de DPV (alta humedad relativa) para extender la vida de anaquel de los frutos.

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Tipos de sustratos de cultivo. Guía detallada

sustratos

1. ¿QUÉ ES UN SUSTRATO?

Los sustratos son todo material sólido distinto del suelo, natural, de síntesis o residual, mineral u orgánico, que, colocado en un contenedor, en forma pura o en mezcla, permite el anclaje del sistema radicular de la planta, desempeñando, por tanto, un papel de soporte para la planta. El sustrato puede intervenir o no en el complejo proceso de la nutrición mineral de la planta.

2. PROPIEDADES DE LOS SUSTRATOS DE CULTIVO.


2.1. Propiedades físicas

A) POROSIDAD.

Es el volumen total del medio no ocupado por las partículas sólidas, y por tanto, lo estará por aire o agua en una cierta proporción. Su valor óptimo no debería ser inferior al 80-85 %, aunque sustratos de menor porosidad pueden ser usados ventajosamente en determinadas condiciones.

La porosidad debe ser abierta, pues la porosidad ocluida, al no estar en contacto con el espacio abierto, no sufre intercambio de fluidos con él y por tanto no sirve como almacén para la raíz. El menor peso del sustrato será el único efecto positivo. El espacio o volumen útil de un sustrato corresponderá a la porosidad abierta.

El grosor de los poros condiciona la aireación y retención de agua del sustrato. Poros gruesos suponen una menor relación superficie/volumen, por lo que el equilibrio tensión superficial/fuerzas gravitacionales se restablece cuando el poro queda solo parcialmente lleno de agua, formando una película de espesor determinado.

El equilibrio aire/agua se representa gráficamente mediante las curvas de humectación. Se parte de un volumen unitario saturado de agua y en el eje de ordenadas se representa en porcentaje el volumen del material sólido más el volumen de porosidad útil. Se le somete a presiones de succión crecientes, expresadas en centímetros de columnas de agua, que se van anotando en el eje de abcisas.

A cada succión corresponderá una extracción de agua cuyo volumen es reemplazado por el equivalente de aire. De modo que a un valor de abcisas corresponde una ordenada de valor igual al volumen del material sólido más el volumen de aire. El volumen restante hasta el 100 % corresponde al agua que aún retiene el sustrato.

B) DENSIDAD.

La densidad de un sustrato se puede referir bien a la del material sólido que lo compone y entonces se habla de densidad real, o bien a la densidad calculada considerando el espacio total ocupado por los componentes sólidos más el espacio poroso, y se denomina porosidad aparente.

La densidad real tiene un interés relativo. Su valor varía según la materia de que se trate y suele oscilar entre 2,5-3 para la mayoría de los de origen mineral. La densidad aparente indica indirectamente la porosidad del sustrato y su facilidad de transporte y manejo. Los valores de densidad aparente se prefieren bajos (0,7-01) y que garanticen una cierta consistencia de la estructura.

C) ESTRUCTURA.

Puede ser granular como la de la mayoría de los sustratos minerales o bien fibrilar. La primera no tiene forma estable, acoplándose fácilmente a la forma del contenedor, mientras que la segunda dependerá de las características de las fibras. Si son fijadas por algún tipo de material de cementación, conservan formas rígidas y no se adaptan al recipiente pero tienen cierta facilidad de cambio de volumen y consistencia cuando pasan de secas a mojadas.

D) GRANULOMETRÍA.

El tamaño de los gránulos o fibras condiciona el comportamiento del sustrato, ya que además de su densidad aparente varía su comportamiento hídrico a causa de su porosidad externa, que aumenta de tamaño de poros conforme sea mayor la granulometría.

2.2. Propiedades químicas.

La reactividad química de un sustrato se define como la transferencia de materia entre el sustrato y la solución nutritiva que alimenta las plantas a través de las raíces. Esta transferencia es recíproca entre sustrato y solución de nutrientes y puede ser debida a reacciones de distinta naturaleza:

a) Químicas.

Se deben a la disolución e hidrólisis de los propios sustratos y pueden provocar:

  • Efectos fitotóxicos por liberación de iones H+ y OH- y ciertos iones metálicos como el Co+2.
  • Efectos carenciales debido a la hidrólisis alcalina de algunos sustratos que provoca un aumento del pH y la precipitación del fósforo y algunos microelementos.
  • Los Efectos osmóticos provocados por un exceso de sales solubles y el consiguiente descenso en la absorción de agua por la planta.

b) Físico-químicas.

Son reacciones de intercambio de iones. Se dan en sustratos con contenidos en materia orgánica o los de origen arcilloso (arcilla expandida) es decir, aquellos en los que hay cierta capacidad de intercambio catiónico (C.I.C.). Estas reacciones provocan modificaciones en el pH y en la composición química de la solución nutritiva por lo que el control de la nutrición de la planta se dificulta.

c) Bioquímicas.

Son reacciones que producen la biodegradación de los materiales que componen el sustrato. Se producen sobre todo en materiales de origen orgánico, destruyendo la estructura y variando sus propiedades físicas. Esta biodegradación libera CO2 y otros elementos minerales por destrucción de la materia orgánica.

Normalmente se prefieren son sustratos inertes frente a los químicamente activos. La actividad química aporta a la solución nutritiva elementos adicionales por procesos de hidrólisis o solubilidad.

Si éstos son tóxicos, el sustrato no sirve y hay que descartarlo, pero aunque sean elementos nutritivos útiles entorpecen el equilibrio de la solución al superponer su incorporación un aporte extra con el que habrá que contar, y dicho aporte no tiene garantía de continuidad cuantitativa (temperatura, agotamiento, etc). Los procesos químicos también perjudican la estructura del sustrato, cambiando sus propiedades físicas de partida.

2.3. Propiedades biológicas.

Cualquier actividad biológica en los sustratos es claramente perjudicial. Los microorganismos compiten con la raíz por oxígeno y nutrientes. También pueden degradar el sustrato y empeorar sus características físicas de partida. Generalmente disminuye su capacidad de aireación, pudiéndose producir asfixia radicular. La actividad biológica está restringida a los sustratos orgánicos y se eliminarán aquellos cuyo proceso degradativo sea demasiado rápido.

Así las propiedades biológicas de un sustrato se pueden concretar en:

a) Velocidad de descomposición.
La velocidad de descomposición es función de la población microbiana y de las condiciones ambientales en las que se encuentre el sustrato. Esta puede provocar deficiencias de oxígeno y de nitrógeno, liberación de sustancias fitotóxicas y contracción del sustrato. La disponibilidad de compuestos biodegradables (carbohidratos, ácidos grasos y proteínas) determina la velocidad de descomposición.

b) Efectos de los productos de descomposición.
Muchos de los efectos biológicos de los sustratos orgánicos se atribuyen a los ácidos húmicos y fúlvicos, que son los productos finales de la degradación biológica de la lignina y la hemicelulosa. Una gran variedad de funciones vegetales se ven afectadas por su acción.

c) Actividad reguladora del crecimiento.
Es conocida la existencia de actividad auxínica en los extractos de muchos materiales orgánicos utilizados en los medios de cultivo.

3. CARACTERÍSTICAS DEL SUSTRATO IDEAL.



El mejor medio de cultivo depende de numerosos factores como son el tipo de material vegetal con el que se trabaja (semillas, plantas, estacas, etc.), especie vegetal, condiciones climáticas, sistemas y programas de riego y fertilización, aspectos económicos, etc.

Para obtener buenos resultados durante la germinación, el enraizamiento y el crecimiento de las plantas, se requieren las siguientes características del medio de cultivo:

a) Propiedades físicas:

  • Elevada capacidad de retención de agua fácilmente disponible.
  • Suficiente suministro de aire.
  • Distribución del tamaño de las partículas que mantenga las condiciones anteriores.
  • Baja densidad aparente.
  • Elevada porosidad.
  • Estructura estable, que impida la contracción (o hinchazón del medio).

b) Propiedades químicas:

  • Baja o apreciable capacidad de intercambio catiónico, dependiendo de que la fertirrigación se aplique permanentemente o de modo intermitente, respectivamente.
  • Suficiente nivel de nutrientes asimilables.
  • Baja salinidad.
  • Elevada capacidad tampón y capacidad para mantener constante el pH.
  • Mínima velocidad de descomposición.

c) Otras propiedades.

  • Libre de semillas de malas hierbas, nematodos y otros patógenos y sustancias fitotóxicas.
  • Reproductividad y disponibilidad.
  • Bajo coste.
  • Fácil de mezclar.
  • Fácil de desinfectar y estabilidad frente a la desinfección.
  • Resistencia a cambios externos físicos, químicos y ambientales.

4. TIPOS DE SUSTRATOS.

Existen diferentes criterios de clasificación de los sustratos, basados en el origen de los materiales, su naturaleza, sus propiedades, su capacidad de degradación, etc.

4.1. Según sus propiedades.
– 
Sustratos químicamente inertes. Arena granítica o silícea, grava, roca volcánica, perlita, arcilla expandida, lana de roca, etc.
– Sustratos químicamente activos. Turbas rubias y negras, corteza de pino, vermiculita, materiales ligno-celulósicos, etc.

Las diferencias entre ambos vienen determinadas por la capacidad de intercambio catiónico o la capacidad de almacenamiento de nutrientes por parte del sustrato. Los sustratos químicamente inertes actúan como soporte de la planta, no interviniendo en el proceso de adsorción y fijación de los nutrientes, por lo que han de ser suministrados mediante la solución fertilizante. Los sustratos químicamente activos sirven de soporte a la planta pero a su vez actúan como depósito de reserva de los nutrientes aportados mediante la fertilización. almacenándolos o cediéndolos según las exigencias del vegetal.

Tipos de sustratos de cultivo (Parte II)

Un sustrato es todo material sólido distinto del suelo, natural, de síntesis o residual, mineral u orgánico, que, colocado en un contenedor, que permite el anclaje del sistema radicular de la planta.

4.2. Según el origen de los materiales.

4.2.1. Materiales orgánicos.

  • De origen natural. Se caracterizan por estar sujetos a descomposición biológica (turbas).
  • De síntesis. Son polímeros orgánicos no biodegradables, que se obtienen mediante síntesis química (espuma de poliuretano, poliestireno expandido, etc.).
  • Subproductos y residuos de diferentes actividades agrícolas, industriales y urbanas. La mayoría de los materiales de este grupo deben experimentar un proceso de compostaje, para su adecuación como sustratos (cascarillas de arroz, pajas de cereales, fibra de coco, orujo de uva, cortezas de árboles, serrín y virutas de la madera, residuos sólidos urbanos, lodos de depuración de aguas residuales, etc.).

4.2.2. Materiales inorgánicos o minerales.

  • De origen natural. Se obtienen a partir de rocas o minerales de origen diverso, modificándose muchas veces de modo ligero, mediante tratamientos físicos sencillos. No son biodegradables (arena, grava, tierra volcánica, etc.).
  • – Transformados o tratados. A partir de rocas o minerales, mediante tratamientos físicos, más o menos complejos, que modifican notablemente las características de los materiales de partida (perlita, lana de roca, vermiculita, arcilla expandida, etc.).
  • – Residuos y subproductos industriales. Comprende los materiales procedentes de muy distintas actividades industriales (escorias de horno alto, estériles del carbón, etc.).

5. DESCRIPCIÓN GENERAL DE ALGUNOS SUSTRATOS.

5.1. Sustratos naturales

A) AGUA.

Es común su empleo como portador de nutrientes, aunque también se puede emplear como sustrato.

B) GRAVAS.

Suelen utilizarse las que poseen un diámetro entre 5 y 15 mm. Destacan las gravas de cuarzo, la piedra pómez y las que contienen menos de un 10% en carbonato cálcico. Su densidad aparente es de 1.500-1.800 kg/m3. Poseen una buena estabilidad estructural, su capacidad de retención del agua es baja si bien su porosidad es elevada (más del 40% del volumen). Su uso como sustrato puede durar varios años. Algunos tipos de gravas, como las de piedra pómez o de arena de río, deben lavarse antes de utilizarse. Existen algunas gravas sintéticas, como la herculita, obtenida por tratamiento térmico de pizarras.

C) ARENAS.

Las que proporcionan los mejores resultados son las arenas de río. Su granulometría más adecuada oscila entre 0,5 y 2 mm de diámetro. La densidad aparente es similar a la grava. Su capacidad de retención del agua es media (20 % del peso y más del 35 % del volumen); La capacidad de aireación disminuye con el tiempo a causa de la compactación; su capacidad de intercambio catiónico es nula.

Es relativamente frecuente que su contenido en caliza alcance el 8-10 %. Algunos tipos de arena deben lavarse previamente. Su pH varía entre 4 y 8. Su durabilidad es elevada. Es bastante frecuente su mezcla con turba, como sustrato de enraizamiento y de cultivo en contenedores.

D) TIERRA VOLCÁNICA.

Son materiales de origen volcánico que se utilizan sin someterlos a ningún tipo de tratamiento, proceso o manipulación. Están compuestos de sílice, alúmina y óxidos de hierro. También contiene calcio, magnesio, fósforo y algunos oligoelementos. Las granulometrías son muy variables al igual que sus propiedades físicas.

El pH de las tierras volcánicas es ligeramente ácido con tendencias a la neutralidad. La C.I.C. es tan baja que debe considerarse como nulo. Destaca su buena aireación, la inercia química y la estabilidad de su estructura. Tiene una baja capacidad de retención de agua, el material es poco homogéneo y de difícil manejo.

E) TURBAS.

Las turbas son materiales de origen vegetal, de propiedades físicas y químicas variables en función de su origen. Se pueden clasificar en dos grupos: turbas rubias y negras. Las turbas rubias tienen un mayor contenido en materia orgánica y están menos descompuestas, las turbas negras están más mineralizadas teniendo un menor contenido en materia orgánica.

Es más frecuente el uso de turbas rubias en cultivo sin suelo, debido a que las negras tienen una aireación deficiente y unos contenidos elevados en sales solubles. Las turbias rubias tiene un buen nivel de retención de agua y de aireación, pero muy variable en cuanto a su composición ya que depende de su origen.

La inestabilidad de su estructura y su alta capacidad de intercambio catiónico interfiere en la nutrición vegetal, presentan un pH que oscila entre 3,5 y 8,5. Se emplea en la producción ornamental y de plántulas hortícolas en semilleros.

Propiedades de las turbas (Fernández et al. 1998)
PropiedadesTurbas rubiasTurbas negras
Densidad aparente (gr/cm3)0,06 – 0,10,3 – 0,5
Densidad real (gr/cm3)1,351,65 – 1,85
Espacio poroso (%)94 o más80 – 84
Capacidad de absorción de agua (gr/100 gr m.s.)1.049287
Aire (% volumen)297,6
Agua fácilmente disponible (% volumen)33,524
Agua de reserva (% volumen)6,54,7
Agua difícilmente disponible (% volumen)25,347,7
C.I.C. (meq/100 gr)110 – 130250 o más

F) CORTEZA DE PINO.

Se pueden emplear cortezas de diversas especies vegetales, aunque la más empleada es la de pino, que procede básicamente de la industria maderera. Al ser un material de origen natural posee una gran variabilidad. las cortezas se emplean en estado fresco (material crudo) o compostadas. Las cortezas crudas pueden provocar problemas de deficiencia de nitrógeno y de fitotoxicidad.

Las propiedades físicas dependen del tamaño de sus partículas, y se recomienda que el 20-40% de dichas partículas sean con un tamaño inferior a los 0,8 mm. es un sustrato ligero, con una densidad aparente de 0,1 a 0,45 g/cm3. La porosidad total es superior al 80-85%, la capacidad de retención de agua es de baja a media, siendo su capacidad de aireación muy elevada. El pH varía de medianamente ácido a neutro. La CIC es de 55 meq/100 g.

G) FIBRA DE COCO.

Este producto se obtiene de fibras de coco. Tiene una capacidad de retención de agua de hasta 3 o 4 veces su peso, un pH ligeramente ácido (6,3-6,5) y una densidad aparente de 200 kg/m3. Su porosidad es bastante buena y debe ser lavada antes de su uso debido al alto contenido de sales que posee.

5.2. Sustratos artificiales.

A) LANA DE ROCA.

Es un material obtenido a partir de la fundición industrial a más de 1600 ºC de una mezcla de rocas basálticas, calcáreas y carbón de coke. Finalmente al producto obtenido se le da una estructura fibrosa, se prensa, endurece y se corta en la forma deseada. En su composición química entran componentes como el sílice y óxidos de aluminio, calcio, magnesio, hierro, etc.

Es considerado como un sustrato inerte, con una C.I.C. casi nula y un pH ligeramente alcalino, fácil de controlar. Tiene una estructura homogénea, un buen equilibrio entre agua y aire, pero presenta una degradación de su estructura, lo que condiciona que su empleo no sobrepase los 3 años.

Es un material con una gran porosidad y que retiene mucha agua, pero muy débilmente, lo que condiciona una disposición muy horizontal de las tablas para que el agua se distribuya uniformemente por todo el sustrato.

Propiedades de la lana de roca (Fernández et al. 1998)
Densidad aparente (gr/cm3)0,09
Espacio poroso (%)96,7
Material sólido (% volumen)3,3
Aire (% volumen)14,9
Agua fácilmente disponible + agua de reserva (% volumen)77,8
Agua difícilmente disponible (% volumen)4

B) PERLITA.

Material obtenido como consecuencia de un tratamiento térmico a unos 1.000-1.200 ºC de una roca silícea volcánica del grupo de las riolitas. Se presenta en partículas blancas cuyas dimensiones varían entre 1,5 y 6 mm, con una densidad baja, en general inferior a los 100 kg/m3.

Posee una capacidad de retención de agua de hasta cinco veces su peso y una elevada porosidad; su C.I.C. es prácticamente nula (1,5-2,5 meq/100 g); la durabilidad está limitada al tipo de cultivo, pudiendo llegar a los 5-6 años. Su pH está cercano a la neutralidad (7-7,5) y se utiliza a veces, mezclada con otros sustratos como turba, arena, etc.

Propiedades de la perlita (Fernández et al. 1998)
Propiedades físicasTamaño de las partículas (mm de diámetro)
0-15
(Tipo B-6)
0-5
(Tipo B-12)
3-5(Tipo A-13)
Densidad aparente (Kg/m3)50-60105-125100-120
Espacio poroso (%)97,89494,7
Material sólido (% volumen)2,265,3
Aire (% volumen)24,437,265,7
Agua fácilmente disponible (% volumen)37,624,66,9
Agua de reserva (% volumen)8,56,72,7
Agua difícilmente disponible (% volumen)27,325,519,4

C) VERMICULITA.

Se obtiene por la exfoliación de un tipo de micas sometido a temperaturas superiores a los 800 ºC. Su densidad aparente es de 90 a 140 kg/m3, presentándose en escamas de 5-10 mm. Puede retener 350 litros de agua por metro cúbico y posee buena capacidad de aireación, aunque con el tiempo tiende a compactarse. Posee una elevada C.I.C. (80-120 meq/l). Puede contener hasta un 8% de potasio asimilable y hasta un 12% de magnesio asimilable. Su pH es próximo a la neutralidad (7-7,2).

D) ARCILLA EXPANDIDA.

Se obtiene tras el tratamiento de de nódulos arcillosos a más de 100 ºC, formándose como unas bolas de corteza dura y un diámetro, comprendido entre 2 y 10 mm. La densidad aparente es de 400 kg/m3 y posee una baja capacidad de retención de agua y una buena capacidad de aireación. Su C.I.C. es prácticamente nula (2-5 meq/l). Su pH está comprendido entre 5 y 7. Con relativa frecuencia se mezcla con turba, para la elaboración de sustratos.

E) POLIESTIRENO EXPANDIDO.

Es un plástico troceado en flóculos de 4-12 mm, de color blanco. Su densidad es muy baja, inferior a 50 Kg/m3. Posee poca capacidad de retención de agua y una buena posibilidad de aireación. Su pH es ligeramente superior a 6. Suele utilizarse mezclado con otros sustratos como la turba, para mejorar la capacidad de aireación.

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El cultivo del Granado. Aumenta la productividad

Granado

1. TAXONOMÍA Y ORIGEN

FamiliaPunicaceae
GéneroPunica
EspecieP. granatum
Nombre CientíficoPunica granatum

El origen del granado se extiende desde los Balcanes hasta el Himalaya; es considerado uno de los frutales más cultivados desde tiempos más remotos por lo que existe una gran diversidad genética como consecuencia de su propagación por semillas que germinan con facilidad. Se introdujo hace mucho tiempo en la región mediterránea, se supone que los cartagineses llevaron la planta al sur de Europa.

Teofrasto describió este árbol alrededor del año 300 a.C. y Plinio se refirió a él como uno de los frutales más valiosos.

Actualmente este árbol se encuentra naturalizado en la región del Mediterráneo, Sudamérica y sur de Estados Unidos.

2. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

La importancia económica del granado en España es muy notable, ya que es uno de los principales países productores de granado del mundo, cuyos frutos además de abastecer al mercado interior, se exporta al centroeuropeo, pues es el mayor productor y exportador europeo; haciendo el cultivo más o menos rentable.

Actualmente la superficie de granado en España supera las 2.500 ha, con una producción próxima a las 20.000 t. Esta producción se concentra en la provincia de Alicante principalmente.

Se trata de un frutal alternativo para muchas zonas, especialmente donde las malas condiciones del suelo o la escasa calidad del agua de riego impiden la explotación rentable de otros frutales; ello no implica que si el granado se cultiva en mejores condiciones los resultados obtenidos no sean buenos. Sin embargo, estas características no deben llevarnos a confusión pues en realidad el cultivo del granado presenta una problemática específica que debe ser considerada para obtener frutos de calidad y cosechas abundantes.

En España es frecuente que el granado se asocie a otros frutales como la higuera y la palmera datilera, ocupando la mayoría de las veces los peores terrenos.

La comercialización de la granada como producto de cuarta gama y su uso en la fabricación de mermeladas, jaleas, confituras, zumos, etc., están adquiriendo cada día mayor interés.

3. MORFOLOGÍA

  • Pequeño árbol caducifolio, a veces con porte arbustivo, de 3 a 8m, con el tronco retorcido. Madera dura y corteza escamosa de color grisáceo.
  • Tallos: Cuadrangulares o angostos y de cuatro alas que posteriormente se vuelven redondos con corteza de color café grisáceo. Especialmente las ramas pequeñas axilares son en forma de espina o terminan en una aguda espina.
  • Hojas: Oblongas y simples de color verde brillante con peciolo corto y ligeramente correosas. Nacen opuestas o casi opuestas sobre las ramas o bien agrupadas. Tienen un nectario apical que segrega azúcares; las estípulas son rudimentarias y difíciles de apreciar.
  • Flores: hermafroditas, solitarias o reunidas en grupos de 2-5 al final de las ramas nuevas y de 3-4 cm de diámetro. Son grandes y de color rojo brillante y lustrosas, acampanadas, subsentadas, con 5-8 pétalos y sépalos, persistiendo el cáliz en el fruto.
  • En algunas variedades las flores son abigarradas e incluso matizadas en blanco. Florece en mayo-julio, aunque algunas variedades lo hacen más tarde.
  • Fruto: baya globosa denominada balausta, de color rojo brillante, verde amarillento, o blanquizco, rara vez violeta, cuando madura, estando coronado por el cáliz, de 5-8 cm de diámetro, lleno de semillas y cuenta con una cáscara coriácea.
  • Las semillas son angulares y duras por dentro, la capa externa de la testa está cubierta por una capa delgada o pulpa jugosa, roja, rosa o blanco amarillenta, astringente, subácida o ácida.

4. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

4.1. Clima

El clima que más conviene al granado es el clima subtropical e incluso el tropical por lo que en estas condiciones climáticas es donde se consiguen los frutos de más calidad. En estas latitudes coincide el período de temperaturas elevadas con el de maduración del fruto del granado.

Temperatura: El óptimo de temperatura para el granado se encuentra entre los 18-25ºC prefiriendo un clima caluroso antes que un clima frío. Por lo general, como todos los frutales subtropicales o tropicales, no resisten el frío pero dentro de este género existen algunas especies que pueden llegar a soportar los -15ºC. Las heladas causan más daños cuanto más tardías son.

Iluminación:
 Se debe garantizar una buena iluminación que permita a los frutos desarrollar plenamente su coloración. Por tanto, prefiere lugares soleados y protegidos de los vientos.

4.2. Suelo

El granado no es exigente en suelo pero en suelos arcillosos o compactos no crece. Sin embargo, da mejores resultados en suelos profundos; le conviene las tierras de aluvión. Los terrenos alcalinos le son favorables; incluso los excesos de humedad favorecen su desarrollo. El suelo ideal debe ser ligero, permeable, profundo y fresco. Le es indiferente la alcalinidad o acidez del suelo. En estas condiciones es cuando sus frutos son de máxima calidad.

Es tolerante a la sequía, a la salinidad, a la clorosis férrica y a caliza activa. En tierras de secano, la sequía en el momento de la floración puede provocar la caída de la flor y reducir la cosecha al mínimo. En las tierras de regadío, sus necesidades hídricas son muy reducidas, y de abusar de los riegos poco antes de entrar el fruto en envero puede ser causa de su agrietamiento.

5. PROPAGACIÓN

La propagación del granado se hace por semilla, por estaca, por acodo, por retoño del pie del árbol y por injerto.

– Propagación por semilla.

El semillero tiene lugar en primavera, en vivero, con la semilla recolectada el mismo año. Hay que elegir para esta operación los granos de las variedades de frutos ácidos y de maduración tardía. Estas variedades son más rústicas que las de frutos dulces.

Aunque las semillas del granado germinan fácilmente y sin gran retraso, este modo de multiplicación es poco usado y no se recomienda debido al largo tiempo que necesita y no todas las variedades se adaptan al mismo.

– Propagación vegetativa.

La estaca es la forma de multiplicación más empleada en granado. Es estaquillado es simple y da buenos resultados. En febrero o marzo se cortan las estaquillas de 20 a 25 cm de longitud y de 0,50 cm de grueso. Se ponen en vivero, de tal manera que quede solamente una yema encima de la tierra, todas las demás quedarán enterradas. Las estaquillas enraízan fácil y rápidamente, y a la primavera siguiente ya podrán transplantarse, aunque se recomienda dejarlas en el vivero durante dos temporadas.

A veces las estaquillas se cortan en otoño, se conservan en arena durante el invierno y en primavera se ponen en el vivero. Con ello se consigue promover un mayor vigor y un crecimiento de la parte aérea pero en detrimento de las raíces, que quedan menos desarrolladas.

El acodo se emplea raramente, siendo en acodo simple y en acodo en cepa.

La multiplicación por retoño del pie del árbol es bastante fácil de obtener, ya que el granado la produce en abundancia.

Al año siguiente de la plantación se realiza el injerto. La época idónea es desde mediados de abril hasta junio. En el granado se hace normalmente el injerto de chapa. Se toman dos yemas con un poco de corteza de una vareta de la variedad a injertar. En el patrón se abre una ventana con solapa única o doble; se coloca la chapa con las dos yemas y se ata con una rafia, pudiendo quedar las yemas incluso tapadas. A los 15 o 20 días se corta la rafia y se quita la corteza o solapa, dejando las dos yemas vistas.

6. MATERIAL VEGETAL

La diversidad genotípica de la especie es muy grande. Los procesos de selección son realtivamente recientes. Las características exigibles al granado:

  • Productividad.
  • Escaso número de flores estaminadas.
  • Periodo de floración y recolección agrupados.
  • Frutos con pocas semillas.
  • Con pequeños ramos anticipados.
  • De vigor medio-alto.
  • Elevada superficie foliar.

Los patrones se clasifican en:

  • Agrios: los frutos obtenidos son agrios; se trata del patrón más valorado por los agricultor.
  • Bordes: se utilizan como variedades habitualmente: procedente del estaquillado de las sierpes emitidos por el granado, que se corta a ras de suelo.
  • Dulces.

Requisitos exigibles a los patrones de granado:

  • Resistencia a la sequía y a la salinidad.
  • Tolerante a la asfixia radicular y a la caliza activa.
  • Resistencia a nemátodos.
  • Capacidad de enraizamiento elevada.
  • Escasa producción de sierpes.

Hay tres tipos de granados que se cultivan:

  • Granado común de frutos dulces.
  • Granado agrio. Cuyas flores se emplean en ornamentación.
  • Granado de frutos sin pepita. Esta variedad se produce en Oriente Medio.

Comercialmente destacan las siguientes variedades:

Mollar de Elche. Árbol muy vigoroso, de rápido desarrollo, fruto de tamaño grande, grano grueso, rojo oscuro y pepitilla (semilla) muy reducida y blanda. madura entre octubre y noviembre. Es de mayor calidad, de mayor calibre y más productiva que las del grupo de las Valencianas; presenta importantes pérdidas por abardado de frutos, mayor posibilidad de rajado y de ataque de plagas. La variedad que más se cultiva es Mollar Elche.

Mollar valenciana. Árbol vigoroso, fruto de tamaño grande, forma redondeada y aplanada, granado grueso y pepitilla muy reducida. Se caracteriza por ser de recolección temprana. Los precios de venta suelen ser significativamente más elevados, debido a la escasez de producto en la época de recolección.

Wonderful. Una variedad de las más cultivadas a nivel mundial. Presenta semillas agridulces, con piñón duro, de color rojo atractivo siendo utilizable para su uso industrial, no fresco. Productividad relativamente baja.

– Clones autóctonos del Sureste español: PTO1, PTO7, CRO1 y ME14.

7. TÉCNICAS DE CULTIVO

7.1. Plantación

La mejor época de plantación es la primavera, concretamente entre febrero y marzo, en el estado de plantón de dos años.

Primero se hace una labor profunda de unos 50 cm para airear el terreno donde se va a efectuar la plantación, manteniendo al mismo tiempo la humedad del suelo. Más tarde se añade estiércol con una fresadora.

El marco tradicional es de 6 x 4, pero en las nuevas plantaciones se tiende a marcos de 4 x 2 metros.

Una vez marcado el terreno, se hacen hoyos con una profundidad aproximada de 40 cm y en cada uno se coloca un patrón, arrancado el día anterior del plantel o vivero, y además con la raíz desnuda. Antes de colocarlo en el hoyo se poda la parte superior para equilibrar las dos partes.

7.2. Riego

Durante los primeros años de cultivo hasta la entrada en plena producción se riega por surcos con dotaciones de 600 a 800 m3/ha. Cuando el árbol entra en plena producción, a los 6 o 7 años de edad después del injerto, el riego a manta o por inundación es el más empleado (con una dosis de 900 a 1200 m3/ha), en este caso se suele dar una labor tras cada riego, aportando con anterioridad los fertilizantes. Normalmente se dan cuatro riegos a lo largo de todo el año. En las plantaciones modernas se emplea el riego por goteo con un caudal de 4 litros/hora.

Los riegos deben suprimirse por completo a partir de la entrada del fruto en envero para evitar posibles agrietamientos en la corteza del fruto, que los depreciarán para el mercado.

7.3. Fertilización

El granado no es muy exigente en cuanto al abonado; a la caída de la hoja es el momento óptimo para aportar abonos fosfatados y potásicos, y en el momento de entrar en vegetación, los nitrogenados en fórmulas equilibradas.

Las necesidades medias en elementos fertilizantes, para una producción próxima a los 30.000 kg/ha y año:
– 216 U.F. de N.
– 150 U.F. de P2O5.
– 416 U.F. K20.

Los aportes de materia orgánica son muy empleados en las zonas tradicionales de cultivo.

Se suelen realizar aportaciones de quelatos de hierro en el caso de tener suelos con elevado contenido en caliza activa y salinidad.

Hay que tener en cuenta que un exceso de nitrógeno en árboles jóvenes, suele ser perjudicial, ya que provoca formaciones muy largas y débiles, que por su propio peso pueden quedar arqueadas en exceso, y en otras ocasiones puede producir incluso la rotura del nuevo ramo. Además, si el exceso de nitrógeno va acompañado de desequilibrios hídricos puede incrementar el rajado de los frutos antes de la época de madurez. También puede influir negativamente en el desarrollo del color.

En árboles con poca cosecha, un abonado nitrogenado excesivo provoca un incremento del crecimiento vegetativo, llegando incluso a reducir la cosecha del año siguiente.

El potasio ejerce un efecto favorable en la disminución del rajado de los frutos.

7.4. Malas hierbas

La primera labor de cultivo se hace en los meses de invierno, normalmente en enero, con el cultivador, para obtener un suelo más esponjoso, cuyo objetivo es la eliminación de las malas hierbas y la preparación del terreno para el riego. A veces se da una pasada con la fresadora para enterrar el estiércol y los abonos que se incorporan al terreno.

En primavera se realizan pasadas con el motocultor para eliminar malas hierbas y conseguir una mejor evapotranspiración. También se utilizan herbicidas.

Cada vez son menos necesarias estas actividades debido a la introducción del riego por goteo.

7.5. Poda

Poda de formación.

Partimos de un plantón del cual se han eliminado las yemas del tronco hasta una altura de unos 50 cm del suelo. Previamente se han elegido 2 o 3 yemas para que desarrollen sus ramas y éstas al crecer, den al granado la forma de vaso.

El árbol produce brotes y chupones verticales en el centro de la copa y brotes en la base, que deberán ser eliminados para favorecer el desarrollo del árbol y de los frutos.

Poda de fructificación.

Consiste en un simple aclareo de ramas que se entrecruzan a causa de la gran cantidad que aparecen cada año. También se cortan los brotes crecidos ese año, si no hay la necesidad de suprimir alguna rama rota o atacada por barrena. En este caso habría que elegir uno de los brotes que por su posición puedan sustituir la rama rota o enferma. Esta poda pretende aumentar la producción, favoreciendo que el árbol no sólo fructifique en la periferia y mejorando la calidad de la fruta.

Poda de rejuvenecimiento.

Con esta poda se consigue el rejuvenecimiento del granado. Se practica cuando se observa que baja la producción hasta conseguir una renovación total de las ramas. Por lo general, no debería ser más de 3 años. Por esta razón cada año se le va quitando 1/3 de la madera vieja al frutal.

Eliminación de brotes y chupones.

El granado debido a su gran vigor, desarrolla alrededor de su tronco muchos brotes e hijuelos que deben ser eliminados cuando aparezcan, no dejando que aumenten de grosor, ya que son brotes improductivos y consumidores de savia.

Poda en verde.

Se realiza de junio-julio para mejorar la iluminación de los frutos que mejorará su coloración, reducirá costes de poda de invierno, mejorará la aplicación fitosanitaria, eliminará la competencia de nutriente…

7.6. Aclareo

Es imprescindible para obtener frutos de calidad, tiene como finalidad eliminar los frutos que puedan estar afectados por el sol, ya que si éste les da directamente se ensolanan, pierden sabor y por lo tanto valor comercial, por lo que conviene eliminarlos y ahorrarle al árbol su crecimiento. Con el aclareo de frutos también se controla su tamaño ya que si dejamos un gran número de granadas formando pomos se obtienen frutos de pequeño tamaño y menos comerciales. Normalmente se dejan una o dos granadas por pomo. El aclareo suele ser manual, después del cuajado durante el mes de julio y se suelen dar dos pasadas, con un intervalo entre ambas de 20-25 días.

8. PLAGAS Y ENFERMEDADES

8.1. Plagas

Barrena (Zeuzera pyrina)
Los daños que produce al granado son perforaciones del tronco, formando galerías que llegan al cilindro central e incluso provoca la muerte del árbol. Su tratamiento se realiza en invierno (diciembre, enero) con aceites fosforados.

Barreneta o barrenillo (Anisandrus dispar).
Son pequeños insectos que excavan galerías en la corteza del granado.

Pulgones (Aphis laburoi).
Ataca las brotaciones, a las flores y a los frutos; provoca la caída de las flores y frutos debilitando al árbol que se hace propenso al ataque de otras plagas.

Caparreta negra (Ceroplastes sinensis) y cotonet (Planococus citri).
Sus ataques no son económicamente muy importantes. Aparecen en los pomos de granadas y en la corona de la fruta.

Cochinilla de la tizne (Saissetia oleae).
Su ataque se aprecia por el color del hollín que deja en el granado. Su tratamiento se realiza en invierno (diciembre, enero) con aceites fosforados.

8.2. Enfermedades

Podredumbre del fruto (Botrytis cinerea)
La podredumbre del fruto es la enfermedad más importante del granado. Es una enfermedad criptogámica que provoca podredumbre de la pulpa, afecta también a los tabiques y membranas, torneándose todo el interior de la granada de un color negro, y la piel queda intacta, dado que esta enfermedad penetra al interior por el pistilo.

No hay ningún remedio para combatir la enfermedad, aunque se pueden hacer pulverizaciones con productos fungicidas a base de cobre y Zineb para prevenirla.

Cribado (Clasterosporium carpophilum)
Los síntomas de la enfermedad se manifiestan con manchas necróticas en la superficie del fruto, rodeadas de un halo de color más o menos rosa. El desarrollo de esta enfermedad se ve favorecido por las lluvias primaverales y de verano.

9. FISIOPATÍAS


Ambas fisiopatías pueden causar pérdidas de hasta el 30% de la cosecha.

Granadas bardeadas o soleadas.

Este accidente se produce por una fuerte insolación del fruto. Aparecen en la corteza pequeñas grietas y una mancha de color marrón a negro en la zona afectada. En el interior del fruto los granados toman un sabor agrio desagradable.

Granadas abiertas.

Se cree que el agrietado de los frutos se produce como consecuencia del desequilibrio hídrico entre la fase de crecimiento y maduración del fruto; este problema se acentúa en años secos. Con el riego por goteo, al evitar estos desequilibrios hídricos, las frutas son de mejor calidad y más uniformes. El potasio ejerce un efecto favorable en la disminución del rajado de los frutos.

10. RECOLECCIÓN

La recolección comienza a mediados de septiembre (para las variedades más tempranas) al aparecer los cambios de color en el fruto y finaliza a mediados de noviembre (para las variedades más tardías). Se dan dos o tres pases debido a la maduración no uniforme de la granada, ya que la floración es escalonada.

La recolección se realiza manualmente, utilizando tijeras de podar de hoja más pequeña y teniendo el mayor cuidado, ya que los frutos son muy sensibles a los golpes.

La recolección puede adelantarse o retrasarse según las oportunidades del mercado pero esto puede acarrear algunos inconvenientes:
– Al adelantar la recolección la granada todavía está verde, siendo de menor calidad y acabarán por arrugarse.
– Si se retrasa la recolección se tendrá un mayor número de granadas abiertas y por tanto menos comerciales.

Los rendimientos medios por hectárea son de 3 kg/árbol al tercer año y de 30 a 40 kg/árbol en plena producción.

11. CALIDAD

  • Ausencia de grietas de crecimiento, cortes, magulladuras y pudrición.
  • Color y lisura de piel.
  • El sabor depende del cociente azúcar/acidez, que varía entre los cultivares. Es deseable un contenido de sólidos solubles mayor al 17%.
  • Es deseable un contenido de taninos inferior a 0,25%.

13. POSTCOSECHA

Temperatura óptima.
A 5°C por un máximo de 2 meses; para un almacenamiento más prolongado, se debe usar una temperatura de 10°C para evitar daños por frío.

Humedad relativa óptima.
90-95%; las granadas son muy susceptibles a la pérdida de agua que produce arrugamiento de la piel. El almacenamiento de la fruta en un revestimiento o forro de plástico o el uso de ceras pueden disminuir pérdidas de agua, especialmente en condiciones de humedad relativa baja.

Tasa de respiración.
2-4 mL CO2/kg·h a 5° C, 4-8 mL CO2/kg·h a 10°C, y 8-18 mL CO2/kg·h a 20°C.
Para calcular el calor producido, multiplique mL CO2/kg·h por 440 para obtener BTU/ton/día o por 122 para obtener kcal/ton métrica/día.

Tasa de producción de etileno.
Menos de 0.1 µL/kg·h a 10°C y menos de 0.2 µl/kg·h a 20°C.

Efectos del etileno.
La exposición a una concentración igual o mayor a 1 ppm de etileno, estimula la respiración y la tasa de producción del etileno, pero no afecta las características cualitativas de la fruta. Las granadas no maduran tras la cosecha, por lo que deben cosecharse completamente maduras para asegurar la mejor calidad para el consumo.

Efectos de las atmósferas controladas.
Se han efectuado muy pocos estudios sobre el efecto de la AC en las granadas. Si se almacenan a menos de 5°C, las concentraciones del 2% O2 ayudan a disminuir los daños por frío. En un estudio, se pudo almacenar granadas exitosamente a 6°C en un atmósfera de 3% O2 + 6% CO2 por 6 meses.

13. VALOR NUTRICIONAL

Valor nutricional de la granada por 100g de materia seca
Agua (%)80.6
Hidratos de carbono (g)12.6
Grasas (g)2.3
Proteínas (g)0.7
Minerales (g)2.01

14. APLICACIONES

La pulpa, que envuelve las semillas, mitiga el ardor y la sed, porque tiene un sabor azucarado agriecito, muy agradable. El jugo es refrescante y grato, llamado «granadina» , posiblemente sea su producto comercial más conocido. Se emplea para hacer jarabes, confituras y helados.

El pericarpio, rico en taninos y en materias colorantes, se emplea en tenería y sirve para teñir. Se usa también en farmacia, por sus propiedades astringentes, con el nombre de malicorium.

Las bebidas preparadas con el jugo de la pulpa tegumental de las semillas, diluida en agua, son muy higiénicas y refrescantes.

La corteza de la raíz posee alcaloides como la peletierina de propiedades vermífugas, que se usa para expulsar las tenias y otros gusanos intestinales.

El granado también se emplea en jardinería como árbol ornamental o para la formación de setos muy espesos y de bello aspecto; para dicho fin se emplea Punica granatun cv. Nana. Se trata de una variedad enana, que normalmente no produce fruta, pero si cuenta con numerosas y hermosas flores.

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Aplicación terrestre de plaguicidas: Cambiando la forma de trabajar

Plaguicidas

1. INTRODUCCIÓN

La tecnología para la aplicación de plaguicidas con pulverizadores terrestres (mochilas, montados, de arrastre, automotrices) ofrece en la actualidad una serie de alternativas para hacer más eficiente la práctica de control de plagas, minimizando los efectos colaterales por las pérdidas de productos.

Sin embargo, predomina una forma de trabajar heredada de los productores históricos, descripta claramente por la terminología utilizada. Son varios los términos que conforman el “léxico popular “relacionado con la práctica de pulverización de agroquímicos (Massaro, 2007).

Fumigar: hacer y/o esparcir humo (o gas). Se realiza con productos fumigantes (líquidos o sólidos) que se gasifican y actúan en ese estado. Hay productos que se esparcen con agua y se volatilizan (2,4-D éster, dimetoato, endosulfán. clorpirifos).

También cabe esta palabra cuando se hace una pulverización de gotas tan pequeñas que el líquido se “hace humo”. La tendencia actual es reemplazar y evitar el uso de productos volátiles, porque el gas es incontrolable en un espacio abierto.

Pulverizar: fraccionar una masa sólida o líquida en partículas o gotas. Es el proceso que realiza un equipo pulverizador: fracciona la masa líquida contenida en el tanque, mediante un chorro proyectado por cañerías, que se “rompe” en las boquillas hidráulicas o pastillas generando gotas de diferentes tamaños.

Para pulverizaciones en cultivos extensivos, la forma de trabajar “fumigando” debería ser erradicada, ya que mucho producto se pierde dañando así a otros cultivos o contaminando recursos naturales (agua, suelo, atmósfera) como consecuencia, generalmente, de alta deriva.

El concepto más correcto e integrador de la tecnología para el uso de plaguicidas es el siguiente:

Aplicar: práctica definida como “el empleo de todos los conocimientos científicos necesarios para que un determinado fitoterápico llegue al blanco, en cantidad suficiente para cumplir su cometido sin provocar contaminación ni derivas (Etiennot, 2005, citado en Massaro, 2005).

2. LA DERIVA EN LAS PULVERIZACIONES

La deriva ha sido definida como el “desplazamiento de un plaguicida fuera del blanco determinado, transportado por masas de aire o por difusión (Norma ASAE S-327.1 de la American Society for Agricultural Engineers Standard). Es muy frecuente que se entienda como deriva sólo a “lo que se va fuera del lote pulverizado” y cause daño a algún cultivo cercano.

Es necesario considerar que la deriva puede ser interna en el lote o cultivo pulverizado (endoderiva) o externa al mismo (exoderiva). Este último tipo de deriva preocupa cuando se causa algún daño directo (fitotoxicidad a otros cultivos) o se afecta la salud de animales o personas a los que llega un plaguicida.

Muchas veces se pulveriza con exoderiva pero el producto utilizado no permite visualizar fácilmente su efecto (insecticidas, fungicidas); en cambio los herbicidas son los más fácilmente asociados con la exoderiva.

3. LOS PRODUCTOS Y SU RELACIÓN CON LA DERIVA

Los plaguicidas volátiles son los más propensos a derivar dentro y fuera del lote o cultivo tratado porque, “a cielo abierto”, el gas no se puede retener, y de esta manera queda expuesto al movimiento del aire horizontal (viento) o vertical (corrientes convectivas) (Celemín, A.H., 1984). En cambio, los productos no volátiles pueden derivar a través de las gotas que se pierden.

4. LAS GOTAS Y SU RELACIÓN CON LA DERIVA

El tamaño de las gotas producidas en la pulverización de una boquilla hidráulica o pastilla está directamente relacionado con la deriva. Así, la norma ASAE S-572 clasifica el riesgo de deriva de la aspersión de acuerdo con el tamaño de las gotas según tipo y número de pastilla y la presión de trabajo (Tabla 1).

El tamaño de las gotas producidas por cada tipo de pastilla (abanico plano, cono hueco, cono lleno) se encuentra en las tablas provistas por las empresas que originan el componente. En la actualidad es posible disponer de esa información por parte de numerosas marcas comerciales y casi todos los tipos de pastillas.

Tabla 1. Clasificación del tamaño de las gotas y su relación con la deriva según ASAE S-572.

CategoríaSímboloCódigo de ColorVMD aproximado
Muy finaVF<100
FinaF100-175
MedianaM175-250
GrandeC250-375
Muy grandeVC375-450
Extremadamente grandeXC>450

Tamaño de las gotas expresado en micrones (μm). 1 μm = 0,001 mm.

5. La evaporación: UN FENÓMENO NO DESEADO

En las pulverizaciones terrestres el vehículo utilizado para transportar a los plaguicidas hasta el blanco u objetivo, es el agua. Este compuesto químico está expuesto a la acción de agentes que provocan su evaporación (pasaje del estado líquido al vapor).

“El área superficial de un líquido asperjado se incrementa enormemente cuando se divide en gotitas pequeñas”; esto favorece la evaporación y provoca la reducción en el tamaño y el peso de las gotas, como así también se acorta su vida media (recorrido hacia el blanco) y se provoca la pérdida por las corrientes convectivas y/o el viento.

“Esta es la gran desventaja del agua. Los factores determinantes de la evaporación son la temperatura, la velocidad del viento y la humedad relativa” (Mattews, 1988).

Este proceso es el que debe ser considerado para no pulverizar con gotas finas, muy finas, y aún medianas, buscando un equilibrio entre la vida media de la gota en el ambiente meteorológico de trabajo y la necesidad de distribución del plaguicida aplicado (gotas/cm2). De esta manera se evitaría la pérdida de producto por endo o exoderiva y daños a otros (cultivos o personas) como también la contaminación de la atmósfera.

6. BARBECHOS QUÍMICOS: LA GRAN OPORTUNIDAD PARA PULVERIZAR DIFERENTE

6.a. En el periodo de tiempo durante el cual se realiza esta práctica, otoño-invierno-primavera, pueden presentarse diversas situaciones en cuanto a la existencia de malezas y su porte en el área pampeana:

– Ausencia de vegetación: sólo el rastrojo de los cultivos anteriores.
– Vegetación de porte rastrero, aún con plantas desarrolladas.
– Especies de malezas rastreras o con rosetas al principio de su crecimiento, y luego de porte semierec-to o erecto (Massaro, 2009).

Puede decirse, entonces, que es una situación de trabajo con follaje rastrero o ausencia del mismo (suelo) y por lo tanto, no es necesaria la penetración de las gotas a través de una barrera.

6.b. La penetración del plaguicida en las plantas y su movilidad en los tejidos de las mismas, o en la solución del suelo, es uno de los factores decisivos para definir la técnica de pulverización y su calidad, entendiéndose por esto último la cobertura a lograr (gotas/cm2), el tamaño de las gotas y la uniformidad de la pulverización en el ancho de trabajo. Según recomendaciones orientativas de la FAO y verificaciones en ensayos, sería suficiente lograr 20-30 gotas/cm2 en el rastrojo o malezas (Tabla 2) (Massaro, 2006).

La mayoría de los herbicidas utilizados en barbechos químicos se caracterizan por tener una alta movilidad en el suelo o en el follaje de las plantas. Esto constituye una gran ventaja en las pulverizaciones debido a que no es necesario lograr una alta cobertura con las gotas. Por este motivo se puede trabajar con gotas grandes, muy grandes y aun extremadamente grandes (ASAE S-572).

Como ejemplos, se describen dos situaciones de barbecho químico, definiendo la técnica de pulverización necesaria para lograr un resultado eficaz (Tabla 3).

Tabla 2. Características de algunos herbicidas utilizados en barbechos químicos y exigencia de cobertura en la pulverización.

HerbicidaMovilidad en las plantasFormulación*Cobertura (gotas/cm2)**
AtrazinaFoliar y desde el sueloSuspensión concentrada o gránulos dispersables20-30
Metsulfurón metilFoliar y desde el sueloGránulos dispersables, polvo mojable o polvo soluble20-30
DicambaFoliar y desde el sueloConcentrado soluble20-30
2,4-DFoliar y desde el sueloConcentrado emulsionante, suspensión de encapsulados y concentrado soluble20-30
GlifosatoFoliarConcentrado soluble20-30
ParaquatFoliar de contactoConcentrado soluble50-70
KixorFoliar de contactoGránulos dispersables50-70

* Fuente: Guía de Productos Fitosanitarios para la República Argentina, CASAFE, 2005. ** Según recomendaciones de la FAO.

Tabla 3. Alternativas de pulverización sin deriva o baja deriva para barbechos químicos.

Sit. de aplicaciónBlancoProductosAmbiente meteorológicoPenetrac. de las gotasGotas/cm2Tamaño gotaPastillasPresión
BarbechoSueloAtrazinaBuenas/MBNada20-30XC/VCAbanico Plano Aire Inducido2,5-3
BarbechoMalezasGlifosato+2,4-DBuenas/MBBaja20-30C/VCAbanico Palo Aire Inducido2/3

Como puede observarse en la Tabla 3, la propuesta es utilizar pastillas con Aire Inducido (AI) (o tipo Venturi) para aprovechar el gran beneficio de no producir deriva de las gotas. No sólo el mayor tamaño quita la deriva, sino también su diseño interior, con un sistema Venturi, que provoca un arrastre o succión de las gotas hasta el blanco. Este funcionamiento sin pérdida de gotas se mantiene aún con vientos de mayor velocidad que las recomendadas habitualmente de 10-12 km/hora como máximo.

En la Tabla 4 se puede ver claramente que para una misma presión de trabajo, el tamaño de las gotas depende del tipo de pastilla abanico plano que se utilice. El menor riesgo de deriva sólo se logra con pastillas AI.

Tabla 4. Pastillas, presiones recomendadas, gotas producidas según presión de trabajo y riesgo de deriva por la Norma ASAE S-572.

PastillaPresión (bar) RecomendadaPresión de trabajo y gotas producidas
BarDiámetro de las gotas
XR1100152-43Fina
XR110032-43Fina
TT1100151-63Media
AI1100152-83Muy gruesa
AI1100152-83Gruesa

Fuente: Spraying System Co.

Experimentos realizados durante las últimas campañas agrícolas nos permiten asegurar que las pulverizaciones en barbecho químico con las condiciones descriptas son eficaces y sin deriva de gotas (Massaro y otros, 2013, no publicado).

Una pulverización sin deriva es aquélla que –al observarla- parece que el equipo no estuviera pulverizando (Foto 1).

En una base de datos sobre pulverizaciones para barbecho químico se seleccionó el trabajo con pastillas AI (más de 300). Pulverizando con más de 30 litros/ha, siempre se logró una cobertura superior a las 20 gotas/cm2, suficientes para los herbicidas utilizados en barbechos químicos.

Foto 1. Pulverización sin deriva.

pulverización sin deriva
pulverización sin deriva

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Macro, micronutrientes y metales pesados presentes en el suelo

componentes del suelo

La presencia de cantidad suficiente de elementos nutritivos en el suelo no garantiza la correcta nutrición de las plantas, pues estos elementos han de encontrarse en formas moleculares que permitan su asimilabilidad por la vegetación.

1. MACRONUTRIENTES

Los macronutrientes son elementos necesarios en cantidades relativamente abundantes para asegurar el crecimiento y supervivencia de las plantas (Seoánez Calvo et al., 1999). La presencia de una cantidad suficiente de elementos nutritivos en el suelo no garantiza por sí misma la correcta nutrición de las plantas, pues estos elementos han de encontrarse en formas moleculares que permitan su asimilabilidad por la vegetación.

En síntesis, se puede decir que una cantidad suficiente y una adecuada disponibilidad de estos nutrientes en el suelo son fundamentales para el correcto desarrollo de la vegetación.

Cabe destacar la existencia, en los suelos, de grandes cantidades de elementos nutritivos en formas inalteradas, tanto formando parte de los minerales de la roca madre, como incorporados a moléculas orgánicas complejas, que constituyen una reserva a largo plazo de éstos, entre los que se encuentran los macronutrientes (Duchaufour, 1987).

Dentro del grupo de los macronutrientes, conviene distinguir entre elementos primarios (N, P y K) y secundarios (Ca, Mg y S) (Schachtschabel et al., 1992; Plaster, 2000).

1.1. Elementos primarios

En la mayoría de los cultivos, las necesidades de las plantas son superiores a las reservas existentes en forma asimilable de los elementos en el suelo, por lo que es necesario realizar aportes mediante el uso de fertilizantes.

1.1.1. Nitrógeno

Este elemento merece mención especial dado que es considerado el cuarto elemento más abundante en los vegetales tras el C, H y O (Barceló, 2001). Además, es el macronutriente que se suministra más frecuentemente como fertilizante, ya que las plantas lo requieren en grandes cantidades.

Los procesos de combinación del nitrógeno con otro elemento reciben el nombre de fijación del nitrógeno y se realizan, en la naturaleza, gracias a la acción de ciertos microorganismos y a las descargas eléctricas que tienen lugar en la atmósfera. Sin embargo, la cantidad de nitrógeno fijado suele ser pequeña en comparación con la que las plantas podrían utilizar.

Cerca del 99% del nitrógeno combinado en el suelo, se halla contenido en la materia orgánica. El nitrógeno orgánico, incluido en moléculas grandes y complejas, sería inaccesible a los vegetales superiores si no fuera, previamente, liberado por los microorganismos.

La actividad microbiana descompone, gradualmente, los materiales orgánicos complejos en iones inorgánicos simples, que pueden ser utilizados por las plantas. La rapidez con que, potencialmente, los cultivos serían capaces de utilizar el nitrógeno, suele exceder a la rapidez con que éste es liberado. En consecuencia, la cantidad de nitrógeno disponible en el suelo suele ser muy pequeña (Thompson y Troeh, 1982).

1.1.2. Fósforo

A diferencia del nitrógeno, que puede incorporarse a los suelos por medio de la fijación bioquímica por microorganismos, el fósforo no posee tal ayuda microbiana. El fósforo procede únicamente de la descomposición de la roca madre que tiene lugar durante el proceso de meteorización, y representa alrededor del 0,10% de la corteza terrestre.

Su contenido, bajo en las rocas primitivas o sedimentarias (0,03-0,08%), resulta notablemente más elevado en las rocas volcánicas (0,10-0,30%), que constituyen la fuente original del fósforo, que se encuentra principalmente como inclusiones apatíticas (Navarro García y Navarro Blaya, 2000). Schachtschabel et al. (1992) destacan que el contenido medio de P en la corteza terrestre es de 0,05%.

La cantidad de fósforo total del suelo, expresada como P2O5, en raras ocasiones sobrepasa el valor del 0,50% y puede clasificarse, en general, como inorgánico y orgánico (Tan, 1994). El fósforo inorgánico es casi siempre predominante, excepto en los suelos donde la materia orgánica se halla en una gran proporción.

El fósforo orgánico suele ser mayor en las capas superficiales que en el subsuelo, debido a la acumulación de materia orgánica en las mismas. Debe indicarse también, en cuanto al contenido total, que generalmente suele ser más alto en los suelos jóvenes vírgenes y en las áreas donde las lluvias no son excesivas.

En los suelos cultivados tiende a acumularse en las capas superficiales debido a que parte de este elemento se pierde por lixiviación y a que las eliminaciones por las cosechas son generalmente pequeñas. La proporción de fósforo que procede del material originario oscila, en general, entre el 40 y 80% del fósforo total siendo el resto de origen orgánico (Duchaufour, 1987).

El fósforo orgánico es de gran importancia en la fertilidad debido a que, por lo general, determinados compuestos orgánicos son una fuente indirecta de formas solubles (Bray y Kurtz, 1945). El humus y otros tipos de materia orgánica no humificada son la principal fuente de fósforo orgánico en el suelo.

El fósforo inorgánico es suministrado por la meteorización de minerales como el apatito Ca5(PO4)3F, mineral de fosfato de calcio constituyente de rocas ígneas, sedimentarias o metamórficas, y en menor proporción este fósforo inorgánico puede formar parte de la cadena de silicatos donde sustituye al silicio, o encontrarse en minerales neoformados (Schachtschabel et al., 1992; Tan, 1994; Navarro García y Navarro Blaya, 2000).

1.1.3. Potasio

El potasio es, tal vez, el elemento mineral que se encuentra en mayor proporción en las plantas y es relativamente frecuente en las rocas. Con independencia del potasio que se añade como componente de diversos fertilizantes, el potasio presente en los suelos procede de la desintegración y descomposición de las rocas que contienen minerales potásicos.

Los minerales que se consideran fuentes originales de potasio son los feldespatos potásicos, la moscovita y la biotita. La disponibilidad del potasio en estos minerales, aunque baja, sigue el orden siguiente: biotita>moscovita>feldespatos potásicos. El potasio se halla también en el suelo bajo la forma de otros minerales como silvina, carnalita, silvinita, illita, vermiculita y clorita.

Junto a este potasio mineral debe incluirse el procedente de la descomposición de restos vegetales y animales (Navarro García y Navarro Blaya, 2000). A diferencia del fósforo, el potasio se halla en la mayoría de los suelos en cantidades relativamente grandes. En general, su contenido como K2O oscila entre 0,20-3,30% y depende de la textura. En suelos sódicos el contenido varía entre 2,50-6,70% (Schachtschabel et al., 1992).

La fracción arcillosa es la que presenta un mayor contenido de K, por lo que los suelos arcillosos y limo-arcillosos son más ricos que los limo-arenosos y arenosos, teniendo en cuenta también que la variación en el contenido de potasio está influenciada por la intensidad de las pérdidas debidas a extracción por los cultivos, lixiviación y erosión (Navarro García y Navarro Blaya, 2000).

1.2. Elementos secundarios

Las cantidades de estos elementos presentes en el suelo suelen cubrir las necesidades de los cultivos, por lo que, en general, no es preciso realizar aportes de ningún tipo al suelo. Este grupo de elementos comprende Ca, Mg y S.

1.2.1. Calcio

Además de su esenciabilidad, puede decirse que ningún otro elemento, exceptuando hidrógeno y potasio, ha recibido tanta atención desde el punto de vista de la fertilidad del suelo. El estudio del Ca ha demostrado su papel fundamental, no sólo en la estructura del suelo, sino también en la mecánica y química del complejo adsorbente, y su influencia sobre la capacidad de asimilación de otros elementos considerados esenciales para la planta.

El calcio presente en el suelo, aparte del añadido como fertilizante o enmienda, procede de las rocas y de los minerales del suelo, y su contenido total puede variar ampliamente. En los suelos considerados no calizos oscila entre el 0,10 y 0,20%, mientras que en los calizos puede alcanzar hasta un 25% (Navarro García y Navarro Blaya, 2000).

De forma general, se puede decir que el calcio proviene de la meteorización de minerales como plagioclasas, piroxenos, anfíboles, olivinos, feldespatos, caliza y yeso. Estos materiales son tan comunes que la mayoría de los suelos contienen suficiente calcio para cubrir gran parte de las necesidades de la planta.

Por efecto de la meteorización, estos minerales van liberando calcio, que al ser solubilizado puede tener diversos destinos: perdido por lixiviación, absorbido por los organismos del suelo, adsorbido por el complejo coloidal, o reprecipitado como compuestos cálcicos secundarios, especialmente en suelos situados en zonas áridas. En estas regiones, su contenido es alto, como consecuencia de una pluviometría débil y poca lixiviación.

Las concentraciones más bajas de calcio aparecen en suelos muy lavados, con capacidades de intercambio catiónico bajas, como sucede en algunos suelos tropicales. En regiones templadas, no es probable encontrar contenidos tan bajos de calcio de forma que este elemento suele representar del 75 al 85% del total de bases de cambio existentes (Thompson y Troeh, 1982).

1.2.2. Magnesio

El magnesio es un elemento químicamente muy activo pero que no aparece por sí solo como elemento libre en la naturaleza sino que se encuentra ampliamente distribuido en forma mineral. Según diversas estimaciones su contenido medio en la corteza terrestre puede situarse en un 2,30% (Navarro García y Navarro Blaya, 2000), mientras que en el suelo se aproxima a un 0,50% (Tan, 1994).

En las rocas el Mg se halla estrechamente asociado a numerosos minerales, mayoritariamente silicatos, como olivino, anfíbol, piroxeno y biotita, y a otros minerales de arcilla, como clorita y vermiculita (Schachtschabel et al., 1992). La secuencia de abundancia según Camberato y Pan (2000) es la siguiente: rocas ígneas básicas>rocas ígneas ácidas>rocas sedimentarias.

Además, conviene tener en cuenta que la dolomita (principal componente de la caliza) es la fuente más común de este elemento en suelos alcalinos (Thompson y Troeh, 1982; Tan, 1994). En general, ninguno de los minerales anteriormente mencionados son tan resistentes a la meteorización como feldespatos, cuarzo e hidróxidos, de manera que los suelos tienden a empobrecerse en minerales magnesianos, antes de que desaparezcan otros más resistentes como potasio, sodio y calcio (Thompson y Troeh, 1982).

Plaster (2000) ya indicó que la arcilla retiene el Mg de forma menos resistente que el Ca, por lo que es lixiviado más fácilmente del suelo. A consecuencia de esto, los suelos con bajo contenido en magnesio son más comunes que los suelos con bajo contenido de calcio.

2. MICRONUTRIENTES

Reciben el nombre de micronutrientes, aquellos elementos indispensables para que las plantas puedan completar su ciclo vital, aunque las cantidades necesarias de ellos sean muy pequeñas. Suelen también llamarse oligoelementos o elementos menores, pero es preferible el término de micronutrientes.

Los micronutrientes suelen ser componentes de los fertilizantes, a los cuales acompañan como impurezas. Actualmente, sin embargo, desciende la proporción de éstas últimas, ya que, tanto los fabricantes como los compradores, favorecen los fertilizantes con elevada concentración en los elementos principales.

La eliminación de estas impurezas hace que muchos fertilizantes incluyan adiciones deliberadas de micronutrientes. El contenido total de micronutrientes en el suelo es función del material de partida y de los procesos edafológicos (White y Zasoski, 1999). Aquellos elementos cuya concentración total en el suelo es inferior a 1.000 mg kg-1 son llamados elementos traza.

Dentro de este grupo podemos incluir a Cu, Mn y Zn, imprescindibles para las plantas y para los animales en baja concentración, pero que pueden volverse tóxicos al alcanzar determinados niveles. La excepción dentro de ellos está en el Fe, que es un micronutriente pero no estrictamente un elemento traza (White, 2000).

2.1. Hierro

A pesar de su abundancia en suelos y rocas, es uno de los micronutrientes más deficiente (Thompson y Troeh, 1982). El hierro es el cuarto elemento más abundante en la corteza continental después del oxígeno, silicio y aluminio, constituyendo alrededor del 15% en peso de la corteza terrestre (Kabata-Pendias, 2001).

Es, con diferencia, el microelemento más abundante en los suelos, ya sea como constituyente mineral o bien bajo la forma de óxidos e hidróxidos (Schachtschabel et al., 1992; White y Zasoski, 1999). No obstante, en suelos con horizontes enriquecidos en materia orgánica, el Fe aparece en forma de quelatos (Kabata-Pendias, 2001).

Su contenido en los suelos templados suele variar entre el 1 y 5%. Valores inferiores al 1% suelen encontrarse en suelos ácidos de textura gruesa, o en suelos de turbera. En casos aislados, latosoles y lateritas, pueden hallarse valores cercanos al 10% (Moreno Caselles et al., 2000). La cantidad total de hierro en los suelos no es, sin embargo, indicadora de su disponibilidad para las plantas.

Las deficiencias de este elemento, cuya razón aparente es su insuficiente cantidad en el suelo, son en realidad debidas a su tendencia a formar compuestos insolubles del ión férrico Fe3+ (Moreno Caselles et al., 2000). Tales compuestos se acumulan en suelos muy meteorizados y son uno de los principales constituyentes de los suelos rojos, típicos de las regiones tropicales.

Los restos fósiles de algunos suelos antiguos contienen tanto hierro que se explotan como mineral férrico (Thompson y Troeh, 1982). La mayor parte del Fe se halla en las estructuras de las rocas ígneas, al igual que en minerales secundarios, siendo un elemento esencial en un amplio grupo de minerales de arcilla (Bataglia, 1991).

En el suelo, el contenido de Fe fluctúa en el rango de 0,20 al 5%, en un orden de magnitud similar al de la roca subyacente. Se puede hallar como óxido en determinados Podzoles, mientras que en otros suelos como los hidromorfos y Ferralsoles se aprecia un enriquecimiento de Fe mediante la formación de concreciones. Éstas, en suelos tropicales, pueden alcanzar un contenido en Fe cercano al 40%.

Dentro de los óxidos, la goetita y la hematita, se caracterizan porque establecen enlaces con el Fe, extraordinariamente estables, de modo que éste se libera muy lentamente y prácticamente no está disponible para las plantas. Se admite que las fracciones que liberan Fe en cantidades más significativas son algunos óxidos como la ferrohidrita, de la que se extraen cantidades de Fe mediante oxalato (Schachtschabel et al., 1992).

2.2. Cobre

El cobre es uno de los elementos esenciales más importantes tanto para las plantas como para los animales; sin embargo, cantidades excesivas de éste pueden producir efectos tóxicos (Schachtschabel et al., 1992). Entre los diferentes tipos de rocas ígneas, el cobre prevalece en los basaltos. En las rocas sedimentarias es más abundante en los esquistos (Seoánez Calvo et al., 1999).

En general, su abundancia en rocas basálticas es más alta que en las graníticas, y muy baja en rocas carbonatadas (Kabata-Pendias, 2001). El origen del Cu en el suelo ha sido ampliamente discutido. Según Cox (1979) el rango de Cu en la corteza terrestre se encuentra entre los 24 y 55 mg/kg. Brun et al. (1998) y Mortvedt (2000), aseguran que la capa arable del suelo presenta cantidades de este elemento que oscilan entre 5 y 30 mg/kg.

Para Schachtschabel et al. (1992) el contenido medio de Cu en la corteza continental es de 35 mg/kg, oscilando entre 4-90 mg/kg, en tanto que en suelos naturales sus niveles fluctúan generalmente entre 2-20 mg/kg. De todos los valores propuestos, se concluye que la concentración media de cobre en la corteza terrestre se encuentra en un rango de variación comprendido entre los 24-55 mg/kg, y que la cantidad media de Cu total en los suelos oscila entre 20-30 mg/kg.

No obstante, autores como Graña et al. (1991) obtuvieron concentraciones de Cu total entre 16 y 93 mg/kg para muestras superficiales de suelo. Como componente de los minerales de la corteza terrestre, el cobre se encuentra fundamentalmente en forma de sulfuros de naturaleza simple, o junto a otros metales, formando sulfuros complejos (Seoánez Calvo et al., 1999).

Los más comunes son sulfuro cuproso o calcosita (CuS2), sulfuro-férrico-cuproso o calcopirita (CuFeS2) y sulfuro cúprico o covelita (CuS). Otras formas menos estables son óxido cuproso o cuprita (Cu2O) y óxido cúprico o tenorita (CuO). Aparece también como parte de determinados carbonatos y silicatos hidratados sustituyendo isomórficamente al Mg2+ y Fe2+ (Navarro García y Navarro Blaya, 2000).

Como en la mayoría de los microelementos, el contenido de cobre que presenta el suelo es directamente proporcional a su abundancia en la roca madre (Seoánez Calvo et al., 1999). En su forma natural el cobre se presenta con dos valencias, Cu2+ o Cu+. La primera de ellas es la más frecuente, ya sea en forma de catión divalente o formando compuestos estables. La segunda forma, el ión cuproso Cu+, es inestable a altas concentraciones en condiciones de temperatura normal (Seoánez Calvo et al., 1999).

2.3. Manganeso

El manganeso presente en los suelos es originado principalmente por la descomposición de las rocas ferromagnésicas (Navarro García y Navarro Blaya, 2000). Es un microelemento similar al Fe, tanto en su química como en su geología y muy abundante en la litosfera, presentando una concentración media de 80 mg/kg, con un intervalo de 10-1600 mg/kg.

En las rocas, el contenido de manganeso varía entre 350 y 2.000 mg/kg, hallándose las concentraciones más elevadas en el basalto dentro de las rocas ígneas y, entre las sedimentarias en las calizas y en las dolomías (Seoánez Calvo et al., 1999). El contenido en el suelo muestra variaciones considerables, pero normalmente fluctúa entre 20 y 800 mg/kg.

Sin embargo, pueden existir horizontes enriquecidos en Mn debido a fenómenos edafogenéticos que poseen hasta 3.000 mg/kg (Borket, 1991; Schachtschabel et al., 1992). Valadares y Camargo (1983) a partir de estudios realizados por otros autores estiman que el contenido medio de Mn total en la litosfera es de 1.000 mg/kg, oscilando la mayoría de los suelos entre los 50 y 1.000 mg/kg.

No obstante, y al igual que en el caso del hierro, estos contenidos totales no pueden considerarse como una indicación de su disponibilidad para las plantas ya que existen muchos factores que afectan a su absorción (Navarro García y Navarro Blaya, 2000). El Mn en el suelo está asociado a óxidos [MnO2,Mn(OH)], silicatos (SiO3Mn) y carbonatos (MnCO3) (Seoánez Calvo et al., 1999).

De forma natural, el manganeso aparece con tres valencias dependiendo directamente de las condiciones de óxido-reducción del suelo: Mn2+, Mn3+ y Mn4+, lo que le permite formar compuestos de distinta estabilidad, siendo más estables, en condiciones reductoras, los compuestos con la forma Mn2+ y en condiciones oxidantes los que presentan Mn4+.

El divalente es la forma principal de Mn en el suelo y agua, y normalmente se encuentra adsorbido por las cargas negativas de la superficie de las arcillas. El trivalente existe como Mn2O3, y puede ser encontrado en cantidades considerables en suelos ácidos, en tanto que la forma tetravalente, MnO2, sólo está presente a pH muy bajo, inferior al existente en ambientes naturales (Tan, 1994).

2.4. Zinc

El zinc es un elemento ampliamente distribuido que se halla en cantidades pequeñas, pero suficientes, en la mayoría de los suelos y plantas. Algunos suelos sufren deficiencias de este elemento, ya sea por su escasez en los materiales parenterales o bien, por su reacción desfavorable. Las deficiencias de zinc ocurren en áreas ampliamente dispersas (Thompson y Troeh, 1982).

Su concentración en la litosfera así como en el suelo ha sido estudiada por varios autores. Souza y Ferreira (1991) afirman que la corteza terrestre contiene entre 65 y 80 mg/kg de este elemento, siendo de 40 mg/kg en el granito, 130 mg/kg en el basalto y muy variado en las rocas sedimentarias (20 mg/kg en las calcáreas, 16 mg/kg en las areniscas y 95 mg/kg en esquistos).

Por otro lado, en los suelos se proponen valores de 10 a 300 mg/kg. Graña et al. (1991) estiman que la concentración de Zn total en suelos oscila entre 35 y 422 mg/kg. Schachtschabel et al. (1992) destacan que el contenido medio de este elemento es función de los distintos tipos de roca, pero normalmente su rango de oscilación es de 15-100 mg/kg, con media de 70 mg/kg.

Estos autores manifiestan que en el suelo, el intervalo de Zn es de 10-80 mg/kg dependiendo, lógicamente, del tipo de suelo ya que matizan que en los suelos arenosos el Zn total se encuentra frecuentemente entre 10-32 mg/kg, mientras que en Chernozem el rango de Zn fluctúa entre 20-80 mg/kg. Kumar (2000) da el valor medio en la litosfera de 80 mg/kg y de 50 mg/kg en el suelo.

La cantidad de zinc que se puede encontrar en un suelo depende directamente de la naturaleza de la roca madre; si se trata de rocas ígneas de naturaleza básica (ferromagnesianas y magnetita) serán concentraciones altas. En rocas sedimentarias de carácter ácido (biotita y hornblenda), dichas concentraciones serán sensiblemente menores (Seoánez Calvo et al., 1999).

Entre las rocas, las sedimentarias, concretamente los esquistos arcillosos, contienen mayor cantidad de Zn (hasta 300 mg/kg o incluso más) que la caliza o arenisca. Hay, no obstante, un aspecto importante que es necesario resaltar en relación con el contenido de zinc útil en los suelos. La parte superficial de muchos de ellos, es decir, los horizontes superiores, contienen siempre más zinc que los horizontes inferiores (Navarro García y Navarro Blaya, 2000).

Se cree que este hecho se debe por una parte a que los residuos de las plantas, al quedar depositados en la superficie del suelo, proporcionan tras su descomposición, aunque en pequeña proporción, cierta cantidad del elemento; por otra, el zinc no presenta una emigración descendente en el perfil, como ocurre normalmente con otros elementos, ya que tiende a quedar adsorbido por las arcillas y la materia orgánica.

Es explicable, por las razones apuntadas, que la eliminación de la parte superficial del suelo, por ejemplo, por erosión o por nivelación del mismo, pueda ocasionar la deficiencia de zinc en los suelos con escaso contenido de este elemento.

3. METALES PESADOS

Además de macro y micronutrientes en el perfil del suelo, están presentes otros elementos, de modo que la cantidad y variedad de éstos es grande destacando, por su importante papel, algunos metales pesados como Cd, Cr, Ni y Pb. Bajo la denominación de metal pesadose incluye una serie de metales, generalmente de transición, que presentan como característica común el poseer una densidad superior a 6 g/cm3 cuando se encuentran en su forma elemental, o cuyo número atómico es superior a 20 (excluyendo a los metales alcalinos y alcalino-térreos).

Su presencia en la corteza terrestre es inferior al 0,10% y casi siempre menor del 0,01%. Junto a estos metales pesados hay otros elementos químicos que aunque son metales ligeros o no metales se suelen englobar con ellos por presentar orígenes y comportamientos asociados; como As, B, Ba y Se. Conviene considerar que existen dos grupos dentro de los metales pesados: oligoelementos o micronutrientes y metales pesados sin función biológica conocida.

3.1. Oligoelementos o micronutrientes

Son los requeridos por las plantas y los animales en pequeñas cantidades o cantidades traza, y son necesarios para que todos los organismos vivos completen su ciclo vital. Pasado cierto umbral se comportan como tóxicos. Dentro de este grupo se encuentran: As, B, Co, Cr, Cu, Mo, Mn, Ni, Se y Zn.

3.2. Metales pesados sin función biológica conocida

La presencia de estos metales pesados en determinadas cantidades en los seres vivos implica la aparición de disfunciones en sus órganos y tejidos. Resultan altamente tóxicos para su vida y presentan la propiedad de acumularse en los organismos vivos. Son, principalmente: Cd, Hg, Pb, Cu, Ni, Sb y Bi. Las concentraciones anómalas de metales pesados que se presentan en un suelo pueden deberse a causas naturales, por ejemplo, los suelos desarrollados sobre serpentinitas presentan altos contenidos de elementos como Cr, Ni, Cu y Mn.

Estos metales pesados son muy estables en el suelo y en el proceso natural de transformación de las rocas para originar a los suelos suelen concentrarse, pero, en general, sin rebasar los umbrales de toxicidad. Además los metales pesados presentes en las rocas se encuentran bajo formas muy poco asimilables para los organismos.

Las rocas ígneas ultrabásicas (peridotitas y serpentinitas) presentan los contenidos más altos en metales pesados, seguidas de las rocas ígneas básicas (gabros y basaltos). Las menores concentraciones se encuentran en las rocas ígneas ácidas (granito) y en las rocas sedimentarias (areniscas y calizas). Los porcentajes más elevados se dan para Cr, Mn y Ni, mientras que Co, Cu, Zn y Pb se presentan en menores proporciones siendo mínimos los contenidos para As, Cd y Hg.

En los suelos, los más abundantes son el Mn, Cr, Zn, Ni y Pb (1-1.500 mg/kg; el Mn puede llegar incluso a 10.000 mg/kg). En menores concentraciones se encuentran Co, Cu y As (0,10-250 mg/kg) y con mínimos porcentajes Cd y Hg (0,01-2 mg/kg) según Bowen (1979). El contenido en metales pesados de los suelos, debería ser función únicamente de la composición del material original y de los procesos edafogenéticos que dan lugar al suelo.

Pero la actividad humana incrementa el contenido de estos metales en el suelo, siendo la causa más frecuente de las concentraciones tóxicas. De hecho, esto sucede debido a los vertidos de origen antropogénico que tienen lugar, procedentes sobre todo de actividades mineras e industriales, aplicación de plaguicidas o tráfico rodado. Como consecuencia de ello, se emiten grandes cantidades de partículas a la atmósfera que, después de un cierto tiempo de permanencia en ella, precipitan en los suelos lejos del lugar en donde han sido vertidas.

3.2.1. Cadmio

El Cd no es un elemento esencial para el crecimiento de las plantas y de los animales pero resulta altamente tóxico para ambos grupos a pesar de que sus niveles naturales en el medio ambiente no suelen causar toxicidad. Debido a su persistencia durante mucho tiempo en los suelos, su rápida absorción por las plantas y la acumulación de concentraciones perjudiciales para éstas y para los animales, resulta de gran interés conocer los niveles de cadmio en el suelo.

Su contenido medio en la corteza terrestre es de alrededor de 0,10 mg/kg, siendo esta cifra del mismo orden de magnitud que en el suelo. Sin embargo, dependiendo del material de partida, en algunos suelos naturales la concentración total de Cd puede alcanzar valores próximos a 3 mg kg-1 (Alloway, 1995). Se observa que cuando se encuentra gran cantidad de Cd en los suelos, también hay Zn, debido a un origen natural o no.

La concentración de zinc puede influir sobre la absorción de cadmio por las plantas (Tiller et al., 1979) debido a que ambos elementos tienen una estructura iónica similar, de modo que la proporción Zn/Cd tanto en la roca (del orden de 500) como en el suelo (del orden de 1.000), es relativamente constante. Dicha relación pone de manifiesto que a lo largo de los procesos edafogenéticos, los horizontes se van enriqueciendo en Zn (Schachtschabel et al., 1992).

3.2.2. Cromo

Se admite que este elemento no es esencial para la planta aunque en pequeñas cantidades favorece su crecimiento; sin embargo, está demostrado que sí lo es para los animales y el hombre (Alloway, 1995). Los altos niveles de Cr que se encuentran en las plantas pueden ser debidos a la contaminación del suelo (Berrow y Burridge, 1980).

Algunos autores han atribuido la escasa vegetación sobre suelos serpentiníticos a la toxicidad del cromo; por el contrario otros autores (Tiffin et al., 1972) han encontrado un aumento en la producción de cultivos de patata después de añadir Cr al suelo. La corteza continental posee, por término medio, entre 80 y 100 mg/kg de Cr, pero el contenido de este elemento puede ser mucho más elevado, estando los máximos íntimamente asociados con las serpentinitas y magmatitas ultramáficas.

En este tipo de rocas, la concentración de Cr se puede incrementar hasta valores cercanos a los 3.400 mg/kg. Su contenido en rocas ígneas ácidas y en rocas sedimentarias es mucho menor, oscilando entre 5 y 120 mg/kg. La influencia de la roca madre resulta, pues, fundamental en el caso del Cr ya que es un elemento poco móvil. En condiciones naturales, la mayor parte de este elemento se encuentra en las rocas de la corteza y en los suelos como Cr3+ (crómico), más estable, y también como Cr6+ (cromato).

Con frecuencia, la mayor parte del Cr3+ es un constituyente de la red del óxido denominado cromita (FeCr2O4), siendo éste un mineral muy resistente a la meteorización y normalmente asociado con rocas máficas y ultramáficas. El Cr3+ puede reemplazar al Fe3+ y Al3+ en muchos minerales. El estado de oxidación-reducción y el pH del suelo intervienen en las formas en que el Cr se halla presente en el suelo, no obstante, su contenido en el mismo es inherente al material de partida y, por ello, se aprecian elevadas concentraciones de Cr en suelos derivados de rocas máficas y volcánicas (Schachtschabel et al., 1992; Alloway, 1995; Kabata-Pendias, 2001).

3.2.3. Níquel

El Ni es un elemento integrante de la corteza terrestre, con contenidos relativamente elevados. Rovers et al. (1983) estiman que el contenido medio de este elemento en la litosfera varía entre 2,94 y 3,96%. Para Schachtschabel et al. (1992) el contenido medio de Ni en la corteza continental se sitúa alrededor de 45 mg/kg, y tanto en las rocas ultramáficas, con proporción elevada de olivino, como en serpentinas pueden llegar incluso a apreciarse niveles de Ni superiores a 8.000 mg/kg.

Según Rovers et al. (1983) la concentración media de este elemento en el granito es de 2 mg/kg, mientras que en el material ultrabásico es de 78 mg/kg. En las rocas ígneas la concentración media de Ni fue de 75 mg/kg y para las rocas sedimentarias osciló entre 2 y 70 mg/kg. Por tanto, los contenidos de Ni en el suelo están íntimamente relacionados con los de la roca madre. Otros factores que afectan al contenido de Ni en los suelos son el tipo de suelo, el grado de desarrollo del mismo, el contenido en arcilla, el contenido en sesquióxidos secundarios y, por último, la materia orgánica presente en él (Humet Ibáñez, 1986).

En la mayor parte de los suelos naturales, su concentración de referencia oscila entre 5 y 50 mg/kg. Tras la combustión del carbón o del petróleo y también como consecuencia del tráfico rodado, el Ni puede pasar a la atmósfera y posteriormente depositarse en el suelo. Se ha estimado que dependiendo de la contaminación atmosférica existente, la cantidad de Ni presente en el agua de lluvia oscila entre 5 y 150 g/ha/año (Schachtschabel et al., 1992).

3.2.4. Plomo

El Pb es considerado un elemento bastante tóxico para las plantas no resultando esencial para su crecimiento. Frecuentemente se ha detectado en suelos contaminados (Li y Schuman, 1997), a pesar de que presenta una toxicidad menor que el Cd, y por supuesto, inferior a la del Hg. La absorción de Pb por las plantas está influenciada por propiedades del suelo tales como el pH, el contenido en materia orgánica, el contenido en fósforo y la capacidad de intercambio catiónico.

En la corteza continental el contenido medio de Pb es de alrededor de 15 mg/kg, pudiendo alcanzar valores próximos a 70 mg/kg en los esquistos. Alloway (1995) indica que los esquistos negros tienden a presentar niveles elevados de este elemento. En suelos no contaminados el contenido de Pb oscila entre 2 y 60 mg/kg y solamente en algunos casos se superan los 100 mg/kg.

Otros autores como Elliott y Brown (1989) estiman que el rango natural de este elemento está comprendido entre 2 y 200 mg/kg, con un valor medio de 10 mg/kg. Los elevados contenidos de Pb en el suelo se encuentran asociados a las actividades antropogénicas así, por ejemplo, se ha observado que en algunas áreas asociadas a la minería del carbón se han registrado contenidos de Pb cercanos a los 4.000 mg/kg, estando relacionado con cantidades elevadas de otros elementos como Zn, Cu y Cd.

Incluso en áreas próximas a industrias del acero se han registrado contenidos de Pb de hasta 3.000 mg/kg. Dentro de un pequeño intervalo de distancias en los bordes de las vías de comunicación con tráfico denso, el contenido medio de Pb fue de 700 mg/kg. En general, la concentración de Pb cerca de las carreteras desciende exponencialmente en función de la distancia, de manera que a pocos metros es prácticamente inapreciable la deposición de este elemento (Schachtschabel et al., 1992).

El Pb alcanza el suelo, básicamente, a través de las emisiones atmosféricas y de las actividades antropogénicas, en particular mediante el tráfico rodado, que supone emisiones de Pb entre 20 y 30 veces superiores a las de origen natural inducidas por la actividad volcánica. Como consecuencia de su baja movilidad en el perfil del suelo, el Pb tiende a acumularse en las capas superficiales del mismo, a causa de su escasa solubilidad y gran capacidad de adsorción (Schachtschabel et al., 1992).

4. BIBLIOGRAFÍA

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El cultivo del arándano. Descubre las características de este cultivo

cultivo de arándano

El arándano se trata de un arbusto caduco con porte erecto o rastrero y altura variable. Sus frutos son de forma esférica y color azulado o rojo.

1. TAXONOMÍA Y ORIGEN

FamiliaEricaceae
GéneroVaccinium
EspecieV. angustifolium
V. ashei
V. corymbosum
V. myrtillus
V. uliginosum
Nombre comúnArándano, Mirtilo

El género Vaccinium es originario del Hemisferio Norte, concretamente de Norteamérica (EE.UU. y Canadá), América Central, Europa (Alpes, Apeninos centrales, Pirineos) y Eurasia.

Este género comprende unas 30 especies, siendo un grupo muy reducido las empleadas comercialmente. En España, la especie más común es V.myrtillus, distribuida ampliamente por el norte del país.

2. MORFOLOGÍA

Se trata de un arbusto caduco, que puede ser de porte erecto o rastrero y de altura variable según la especie que se trate.
Porte del arándano


Raíz: Presenta un sistema radicular compuesto por numerosas raíces, en su mayoría superficiales. Dichas raíces son, generalmente fibrosas, finas y carentes de pelos absorbentes. En condiciones naturales, las raíces están asociadas con micorrizas formando simbiosis.

Tallo: Presenta un pequeño tallo subterráneo (corona), recto, cuadrangular y muy ramificado. Generalmente son de color marrón-anaranjado, según la especie.

Hoja: Presenta hojas simples, alternas, con forma elíptico-lanceoladas, márgenes dentados y peciolo corto. Son de color verde cuya intensidad varía dependiendo de la especie. En otoño, adquieren un tono rojizo típico en la especie.
Hojas de arándano


Flores: Presentan inflorescencias en racimos de 6-10 flores por yema. Las flores individuales son pequeñas, axilares, con el cáliz compuesto de 4-5 sépalos obtusos y la corola blanca formada por 4-5 pétalos fusionados dando lugar a una forma acampanada. El pistilo es simple, de ovario ínfero y estambres en grupos de 8-10.
Botones florales en arándano

Fruto: El fruto se trata de una falsa baya de forma esférica, color azul, rojo o negro en su madurez según la especie. La epidermis del fruto está cubierta de secreciones cerosas. El tamaño de éste está relacionado con el grosor de la rama y la posición en la misma, siendo de menor diámetro aquellos que se encuentran más distales de ésta.

2.1. Particularidades

Vaccinium angustifoliumEsta especie también es conocida como arándano negro semidulce. Se trata de un arbusto de porte bajo, que presenta numerosas ramificaciones lisas. Sus hojas son simples, de color verde-azuladas y lanceoladas con el margen ligeramente dentado. Sus frutos son falsas bayas de color negro-azulado.

Vaccinium corymbosumSe trata de un arbusto de porte alto que crece sobre suelos ácidos y húmedos. Presenta hojas caducas, grandes, con forma ovalo-lanceolada de márgenes ligeramente dentados. Sus flores reunidas en inflorescencias en racimo son de color blanco-rosadas con aspecto acampanado. Su fruto es una falsa baya de color negro-azulado con la epidermis cubierta de secreciones cerosas.

Vaccinium asheiEsta especie es conocida como rabbiteye o arándano ojo de conejo. Se trata de un arbusto de porte alto que crece sobre suelos ricos en materia orgánica. Presenta hojas, flores y frutos similares a la especie Vaccinium corymbosum.

Vaccinium macrocarponEsta especie es conocida como arándano rojo americano o cranberry. Se trata de un pequeño arbusto perenne que crece sobre suelos ácidos y húmedos. Presenta un pequeño tallo con numerosas ramas rastreras. Sus hojas son pequeñas, de color verde oscuro, coriáceas y con forma ovalo-lanceoladas. Sus flores presentan una corola con tonalidad rosada y sus frutos son pequeñas bayas rojizas con epidermis cerosa y pulpa blanquecina.

Vaccinium myrtilloidesEsta especie es conocida como arándano azul ácido o arándano azul de terciopelo. Se trata de arbustos caducifolios de porte bajo, que presentan numerosas ramificaciones cubiertas de vellosidad. Presentan hojas enteras de color verde brillante en el haz y más pálido y aterciopelado en el envés. Sus flores son de color blanco-rojizo con forma acampanada y su fruto es una pequeña baya negro-azulada.

Vaccinium myrtillusEsta especie es conocida como arándano negro. Se trata de un arbusto de porte bajo y caducifolio, que crece de forma natural en los sotobosques de la montaña sobre suelos ácidos.Poseen raíces que presentan de forma natural simbiosis con algunos hongos. Su tallo, de color rojizo, es subterráneo y con numerosas ramificaciones más o menos angulosas. Sus hojas son simples, alternas, con forma elíptico-lanceolada y márgenes ligeramente dentados. Sus flores son de color verde con tonos rosados, cuyo fruto es una falsa baya de color azulado en su madurez y pulpa rojiza de aspecto jugoso.

Vaccinium uliginosumEsta especie es conocida como arándano azul. Se trata de un arbusto de bajo porte y caducifolio, que crece sobre suelos ácidos. Presentan un tallo recto, con numerosas ramas grises y aspecto torcido.Sus hojas son enteras, de color verde oscuro y forma oblongo-espatulada. Sus flores, de corola blanca-rosada, se encuentran agrupadas en inflorescencias (2-4 flores) en racimo. Su fruto es una falsa baya de color azul oscuro y pulpa blanquecina.

2.2. Clasificación

2.2.1. Clasificación según el tamaño del arbusto

Highbush: Son aquellas especies cuya altura está comprendida entre 1,5 y 7 metros. Entre las especies más destacadas se encuentra V.corymbosum.
Lowbush: Son aquellas especies cuya altura es inferior a 1m. Entre las especies más destacadas se encuentra V.angustifolium V.myrtilloides.

2.2.2. Clasificación según el requerimiento de horas-frío

Alto requerimiento de horas-frío: Pertenecen a este grupo aquellas especies que requieren más de 800 horas-frío.
1. Northern highbush: Grupo representado por V.corymbosum como especie principal.
2.Lowbush: Representado principalmente por V.angustifolium Vmyrtilloides.

Medio requerimiento de horas- frío: Pertenecen aquellas especies que requieren un rango de horas-frío comprendido entre 400 y 600.
1.Rabbiteye: Representado por V.ashei, conocido vulgarmente como Ojo de Conejo.

Bajo requerimiento de horas-frío: Pertenecen aquellas especies que requieren menos de 400 horas-frío.
1.Southern highbush: Logrados por cruzamiento de V.corymbosumV.ashei y V.darrowi.

2.2.3. Clasificación en función de su época de maduración

Variedades muy tempranas: Su recolección tiene lugar prácticamente a finales de primavera (Hemisferio Norte: Principio de junio). Destacan variedades como `Earliblue´ y `Bluetta´.
Variedades tempranas: Su recolección tiene lugar a finales de primavera (Hemisferio Norte: Junio). Entre las variedades más destacadas se encuentran:`Duke´ y `Legacy´.
Variedades de estación media: Son aquellas cuya recolección tiene lugar a principio de verano (Hemisferio Norte: Julio), entre las que destacan: `Bluecrop´, `Brigitta´, `Ozarkblue´ y `Liberty´.
Variedades tardías: Son aquellas cuya recolección tiene lugar a mediados de verano (Hemisferio Norte: Agosto). Entre las variedades más destacadas se encuentran: `Aurora´ y `Elliott´.
Variedades de estación muy tardía: Su recolección tiene lugar a finales de verano(Hemisferio Norte: Septiembre). Entre las variedades más destacadas se encuentran: `Powderblue´, `Ochlockonee´, `Rahi´ y `Maru´.

3. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

Temperatura: El arándano es un cultivo que requiere un determinado número de horas-frío (temperatura inferior a 7ºC) para salir de la latencia, que depende de la especie.

Para el desarrollo del cultivo del arándano, el rango óptimo de temperatura oscila entre 16-25ºC. No obstante, puede llegar a tolerar temperaturas de hasta -30ºC, aunque temperaturas de 28-30ºC acompañadas de vientos secos, pueden provocar daños en el fruto como arrugamientos y quemaduras.

Durante la floración, temperaturas inferiores a -5ºC pueden provocar daños en los frutos. Por esta razón, la ocurrencia de heladas durante la floración resulta muy perjudicial.

Humedad: El cultivo del arándano requiere de humedad relativa alta.

Suelo: Requiere de suelos ligeros, con buena capacidad de drenaje y alto contenido en materia orgánica. Además, se debe mantener la humedad alta pero sin llegar al encharcamiento, ya que es sensible tanto a asfixia radicular como a sequía.

En cuanto al pH, éste debe ser ácido, siendo el rango óptimo el comprendido entre 4,3-4,8. Un pH superior a 5 puede provocar un desarrollo deficiente en plantaciones jóvenes junto con una brotación clorótica. Sin embargo, un pH bajo (pH<4) puede dar lugar a toxicidades por manganeso. El pH se debe mantener acidificando el agua de riego. Los suelos calizos no son aconsejables para este cultivo.

Riego: Se emplea un sistema de riego localizado. Es importante mantener el terreno húmedo, evitando en todo momento el encharcamiento. El agua de riego debe ser de buena calidad sin presentar salinidad ni exceso de calcio, boro o cloro.

Por lo general, se recomienda regar aumentando la frecuencia de riego y disminuyendo la dotación. La demanda de agua es mayor en los meses de primavera, que se corresponden con el engrosamiento y maduración del fruto y en la época de mayor evapotranspiración (meses de verano). Además, durante esta época tiene lugar la iniciación floral, por lo que un déficit de agua durante la formación de las yemas florales resultaría muy perjudicial.

4. PROPAGACIÓN

Por lo general, la propagación del arándano se realiza de forma vegetativa. La propagación por semilla se lleva a cabo, únicamente, para la investigación de nuevas variedades.

Propagación por esquejes: En este método se utiliza un esqueje bien en verde, o con madera del año. Se deben obtener esquejes de unos 8cm de longitud con 4-5 yemas vegetativas y ausentes de yemas florales. El corte debe ser en bisel y por debajo de una yema. Las hojas basales también se deben eliminar con el fin de disminuir la tasa de transpiración.

Una vez obtenidos los esquejes de una plantación de plantas madres, se deben colocar en invernaderos, concretamente en camas calientes compuestas de turba y perlita. Con el fin de facilitar el enraizamiento, se pueden aplicar hormonas enraizantes como pueden ser el AIA (ácido indol acético), ANA (ácido naftilacético) o AIB (ácido indol butírico). La temperatura óptima de enraizamiento debe oscilar entre 18 y 23ºC.

Finalizado el enraizamiento, dichos esquejes se deben trasplantar en bolsas de 20-25cm de diámetro, para su posterior traslado a vivero. Las plantas que pasan a vivero se deben mantener en las condiciones favorables para el cultivo.

Propagación in vitro: Es la técnica de mayor éxito y la más empleada. Su principal ventaja es que el material vegetal está libre de enfermedades, siendo su inconveniente el alto coste de producción. Una vez enraizado su material vegetal, se trasplanta a bolsas de plástico, cultivándose de la misma forma que las estaquillas durante un periodo de 1-2 años.

5. TÉCNICAS DE CULTIVO

Preparación del terreno: Esta labor se debe realizar a final de verano o principio de otoño.

Es recomendable realizar, previamente a la plantación, un análisis del suelo con el fin de determinar la necesidad de realizar enmiendas o corregir deficiencias nutricionales.

El suelo debe presentar un pH en torno a 4,8, por lo que tras los análisis, se debe comprobar si es necesario realizar alguna corrección. En el caso de tener que llevar a cabo una corrección por medio de la acidificación del suelo, ésta se debe realizar al menos 6 meses antes de la plantación con abonos de reacción ácida a una profundidad de 20cm. Además, hay que tener en cuenta que no se debe bajar más de un punto de pH anualmente.

Una vez realizadas las correcciones necesarias, se debe llevar a cabo una labor de subsolado en los primeros 40-50cm de profundidad, con el fin de airear el suelo y aumentar el drenaje.A continuación, una labor de arado donde, en caso de ser necesario, se aportará el abonado de fondo. Esta aportación no será necesaria si los niveles de fósforo y potasa son superiores a 50 y 150ppm respectivamente.

Por último, se debe pasar la fresadora con el fin de eliminar la vegetación emergida y desmenuzar los agregados originados en labores anteriores, obteniendo así un terreno mullido y nivelado.

La materia orgánica debe estar presente en el suelo en un 2-3%, por lo que en caso de ser necesaria su aportación, ésta se puede realizar después del fresado.

Realización de caballones y acolchado: Por lo general, la plantación se debe realizar en caballones con el fin de favorecer el drenaje y la aireación. Las medidas para dichos caballones suelen ser de 0,7-1m de ancho y 30-40cm de alto.

Seguidamente, se realiza el acolchado con el fin de mantener la humedad en el suelo y evitar el crecimiento de malas hierbas. Esta labor, se puede realizar con material orgánico o sintético.

El acolchado orgánico se puede realizar con corteza de pino, serrín de conífera, paja o turba. Presenta la ventaja de incorporar materia orgánica al suelo y mejorar su estructura. No obstante, tiene el inconveniente de tener poca duración (4-5 años) y no evitar la emergencia de malas hierbas. Por lo tanto, se suele utilizar material sintético para el acolchado, siendo el plástico negro el más empleado.

La realización de acolchado e instalación del sistema de riego, generalmente se hace de forma simultánea por medio de maquinaria especializada.

Entre las calles de cultivo, se recomienda mantener césped o pasto para evitar la erosión, disminuir la compactación del terreno y evitar la formación de polvo que pueda mermar la calidad del fruto. Es importante controlar dicha hierba para evitar posibles competencias con el arándano.

Plantación: La mejor época para realizar la plantación es a finales de otoño, dado que en estas condiciones la planta se encuentra en reposo vegetativo, dando lugar a un buen desarrollo radicular antes del comienzo de la brotación.

En cuanto al marco de plantación, los más empleados suelen ser de 1,5×3-3,5 y 0,8-1×2,5-3 en función del vigor de la variedad, el tamaño de la parcela y la maquinaria empleada. Por lo general, la densidad de plantación oscila entre 3000-4000 plantas/hectárea.

Actualmente, se suelen realizar plantaciones con densidades de 6000 plantas/ hectárea con el fin de conseguir mayores producciones en los primeros años y amortizar así cuanto antes la inversión.

Establecido el marco de plantación, se procede a la realización de hoyos de unos 2cm de profundidad. Estos hoyos se deben cubrir con corteza de pino, turba u otro material orgánico para disminuir la emergencia de hierbas y favorecer las condiciones de acidez.

El trasplante se debe realizar con plantas provistas de cepellón de un año de edad. Es conveniente extender las raíces del cepellón antes de introducirlas en el hoyo. No es aconsejable el empleo de plantas a raíz desnuda, ya que el sistema radicular del arándano es muy sensible, y aún más, si no se realiza un riego adecuado.

Se debe plantar de tal forma que el terreno quede compacto y no se formen bolsas de aire. Acto seguido, se riega para dar firmeza al suelo y favorecer la humedad a la raíz.

Poda después de la plantación: Tras la plantación y durante la parada vegetativa, conviene eliminar la primera mitad de las ramas, además de aquellas que estén dañadas. El objetivo de esta poda es evitar el desarrollo de flores en el primer año, ya que su fruto carece de valor comercial.

También es conveniente realizar una poda en verde a finales de primavera. Con esta labor se pretende que la planta adquiera vigor y que el año siguiente sea capaz de producir.

Polinización: En general, aunque existen variedades de arándanos autocompatibles, se ha observado que una polinización cruzada da lugar a una producción mayor.

Para asegurar una buena polinización, se deben alternar filas de dos variedades compatibles entre sí y coincidentes en su floración. Además, al comienzo de la floración, se deben colocar colmenas para favorecer aun más dicha polinización.

Normalmente, es aconsejable colocar 4-5 colmenas por hectárea, manteniendo una distancia mínima de 100m entre ellas. Es común colocar dos colmenas cada 10-20 filas.

Poda: Esta labor se realiza con el fin de conseguir una estructura equilibrada que dé lugar a una producción regular y a un fácil manejo.

Por lo general, se suele llevar a cabo una poda de formación en la que se dejan unas 8-10 ramas principales.

Esta especie fructifica sobre los brotes del año, por lo que es conveniente realizar anualmente podas que den lugar a nuevos y vigorosos brotes, para garantizar así, una buena producción. La época más adecuada es durante el otoño, cuando las condiciones no son muy desfavorables y la planta se encuentra en reposo vegetativo.

Al trascurrir 5-6 años tras la plantación, es necesario dar una poda de rejuvenecimiento. Esta poda consiste en eliminar cada año un tercio de las ramas envejecidas. Al cabo de 3 años se obtiene la planta rejuvenecida.

Fertilización: El cultivo del arándano no presenta una gran exigencia en fertilizantes, siendo incluso, sensibles al exceso de sales. Por esta razón es conveniente que el suministro de nutrientes se realice mediante fertirrigación.

Para realizar un adecuado programa de fertirrigación, es aconsejable realizar un análisis foliar antes de su procedimiento.

Tabla. Niveles foliares orientativos de macro y microelementos en arándano (Fuente: Hanson y Hancock)

NutrienteDeficienciaÓptimoExceso
Macroelementos (%)
Nitrógeno (N)<1,701,70–2,10>2,30
Fósforo (P)< 0,080,08–0,40>0,60
Potasio (K)< 0,350,40–0,65>0,90
Calcio (Ca)<0,130,30–0,80>1
Magnesio (Mg)<0,100,15–0,30nd
Azufre (S)nd0,12–0,20nd
Microelementos (ppm)
Boro (B)<180,30–0,70>200
Cobre (Cu)<55-20nd
Hierro (Fe)<6060-200>400
Manganeso (Mn)<2550-350>450
Zinc (Zn)<88-308-30

La demanda de nutrientes es diferente en cada estado fenológico. El nitrógeno es absorbido en mayor proporción durante la etapa de crecimiento vegetativo, el potasio durante el engrosamiento del fruto y el fósforo y el calcio fundamentalmente durante el enraizamiento, brotación y floración. Por lo tanto, se deben formular cantidades equilibradas en función de su demanda en las diferentes etapas fenológicas.

Por lo general, se suelen emplear fertilizantes complejos con equilibrios 1:0,5:1 y 1:1:1. Además, dicho abonado se debe complementar con aminoácidos, hormonas de crecimiento y vitaminas en función de las necesidades de la planta. Por último, la carencia de hierro se puede corregir con la aplicación de sulfato de hierro quelatado.

6. PLAGAS Y ENFERMEDADES

6.1. Plagas

Cochinilla (Aspidiotus sp., Pulvinaria sp., Lepidosaphes ulmi): Se trata de un grupo de homópteros que pueden parasitar tallos, hojas y frutos.

Para su control, es conveniente localizar esta plaga en sus primeros estadíos, ya que al carecer de escudo, son más fáciles de combatir. Si la incidencia es severa, se deben realizar pulverizaciones de aceite mineral con insecticidas compatibles con la fauna auxiliar. Para el control biológico de esta plaga se emplean depredadores como Rodolia cardinalis.

Pulgón (Aphis gossypiiMyzus persicae)Se trata de una plaga que provoca daños al extraer savia de la planta, lo cual deriva en un debilitamiento general de la misma y como consecuencia, en una reducción de la producción. Además, segregan melaza y en ésta aparece la “negrilla”. Sin embargo, el daño más importante que causa es debido a que son trasmisores de virus.

Cuando la población es baja, la lucha biológica resulta efectiva. Adalia bipunctata y Aphidius colemani son buenos depredadores de esta plaga. Sin embargo, cuando la población existente es elevada, se debe recurrir al control químico con productos autorizados y compatibles con la fauna auxiliar.

Cheimatobia (Cheimatobia brumata): Se trata de un lepidóptero que en estado de larva ocasiona daños fundamentalmente en flores y frutos.

Para el control químico de esta plaga, es conveniente realizar tratamientos con insecticidas durante primavera (la plaga se encuentra en estado de larva). Por otro lado, durante el verano, se deben realizar tratamientos en el suelo, ya que en esta época pasan a forma de pupa sobre el terreno. Además, en otoño se suelen emplear bandas pegajosas con objeto de que los adultos queden atrapados en éstas.

Gusano del arándano (Rhagoletis mendaz):Se trata de un díptero muy frecuente en América del Norte. El adulto de esta plaga realiza la puesta de huevos en el fruto, ocasionando daños en éste al formar parte del alimento de las larvas nacientes.

Para su control se recomienda la realización de tratamientos insecticidas a mediados de primavera, época que coincide con la aparición de adultos.

Pájaros: Se trata de una de las plagas de vertebrados más problemáticas del cultivo del arándano ya que se alimentan de sus frutos.

Para su control se utilizan artificios ahuyentadores como pueden ser espantapájaros acústicos, emisores de sonido, etc. También resulta efectiva la utilización de repelentes de origen vegetal como el antranilato metílico.

Liebres: Estos mamíferos provocan daños al roer la parte leñosa de la planta, por lo que el mejor sistema de defensa es el vallado de las parcelas.

6.2. Enfermedades

Podredumbre gris (Botrytis cinerea)Los hongos causantes de esta enfermedad se desarrollan en condiciones de alta humedad relativa (95%) y temperaturas entre los 15-20ºC. Los daños pueden aparecer en cualquier parte de la planta, pero se suelen localizar fundamentalmente en las terminaciones de los nuevos brotes y en las flores. Originan manchas de color pardo, donde se extienden rápidamente las fructificaciones del hongo.

El control de este hongo es muy importante debido a su capacidad para sobrevivir como saprófito. Se debe evitar el exceso de humedad, ya sea disminuyendo la dosis y frecuencia de riego, aumentando el marco de plantación o ventilando. También es conveniente retirar tejidos enfermos, cortándolos a ras de tallo utilizando siempre herramientas desinfectadas.

Para su control químico se deben realizar tratamientos preventivos. Se recomienda alternar productos de diferentes grupos sistémicos.

Antracnosis (Colletotrichum sp.): El hongo causante de esta enfermedad suele afectar a cualquier parte aérea de la planta, ocasionando los mayores daños en los frutos. Dicho hongo se ve favorecido por la presencia de alta humedad relativa y temperatura (20-30ºC).

Los síntomas se manifiestan generalmente cuando los frutos alcanzan la madurez. Aparecen manchas pardas ligeramente hundidas cubiertas de esporas rosadas o anaranjadas. La podredumbre progresa hasta producir la caída del fruto o su momificación en el arbusto. En ocasiones, los frutos pueden ser asintomáticos, manifestándose el daño en el momento de la recolección o después de la misma.

Para su control se recomienda la realización de sucesivos tratamientos con fungicidas autorizados antes de la floración.

Los cultivares highbush suelen ser más susceptibles a esta enfermedad.

Septoriosis: Se trata de una enfermedad cuyos síntomas se observan en las hojas, apareciendo primero en el haz y raramente en el peciolo. Las lesiones son manchas marrones, con la zona central más clara, en cuyo interior se observan pequeños puntos oscuros que corresponden a los picnidios del hongo. En ocasiones, estas lesiones se desprenden, quedando pequeños orificios en las hojas y ocasionando la defoliación prematura del arbusto si la incidencia es severa.

Para su control se recomienda la realización de tratamientos químicos al observar los primeros síntomas.

Monilia (Monilia sp.):El hongo causante de esta enfermedad provoca daños en brotes, hojas, flores y frutos. Estos tejidos adquieren un color negruzco y finalmente se marchitan. En los frutos, los síntomas aparecen en su madurez, dando lugar inicialmente a una coloración anaranjada, que finalmente se torna hacia un color marrón pálido.

Alternaria (Alternaria sp.):Esta enfermedad se manifiesta con la presencia de manchas hundidas en los frutos, las cuales están cubiertas de una esporulación de color verde-negruzca.

Para el control de esta enfermedad se recomienda realizar tratamientos preventivos (cada 15 días con fungicidas autorizados) desde el inicio de la floración hasta la recolección. Es recomendable proceder al almacenamiento de los frutos en cámaras de refrigeración lo antes posible.

Pudrición de la raíz (Phytophthora sp.):Se trata de un hongo que habita en el suelo y que puede manifestarse en la planta lentamente, dando lugar a un crecimiento débil y un desarrollo del follaje clorótico o rojizo. También puede provocar la muerte súbita de la planta. Esta enfermedad se debe principalmente a un mal drenaje del suelo. Por tanto, para su control, se debe evitar el exceso de humedad en el suelo. Por esta razón, las plantaciones en caballones resultan una medida de control efectiva para este patógeno.

7. FISIOPATÍAS

Asfixia radicular: Se debe a la falta de oxígeno en suelo como consecuencia del encharcamiento. Se puede evitar con un buen sistema de drenaje y realizando plantaciones en caballones.

Clorosis férrica: Esta fisiopatía está asociada a diversas causas como: pH alto del suelo, presencia de bicarbonatos o caliza activa, alto contenido en metales pesados, etc.

Rajado de frutos: Esta fisiopatía se presenta principalmente cuando los frutos están sometidos a un periodo prolongado de lluvias. Suele aparecer en variedades de frutos con piel fina. Éstos se hinchan como consecuencia del exceso de agua en la savia, por lo que la piel no resiste la sobrepresión de la pulpa, provocándose así el rajado.

Irregularidades del nitrógeno: Una carencia de nitrógeno ocasiona que el follaje de la planta amarillee, además de la disminución del crecimiento y reducción de nuevos brotes. Por el contrario, un exceso de nitrógeno produce irregularidades en la maduración de frutos, así como la lignificación prematura de los brotes.

Carencia de potasio: Una deficiencia de potasio ocasiona una coloración rojiza en las ramas senescentes, mientras que en las ramas jóvenes, aparece clorosis internervial. Un suelo muy ácido o incluso períodos de sequía pueden originar carencias de potasio.

8. COSECHA

La época de recolección varía en función de las variedades empleadas y del destino del fruto, pudiendo ser normalmente, desde finales de primavera a finales de verano. La recolección se inicia cuando el 10-15% de los frutos están maduros y el contenido de azúcares de éstos es superior a 11ºBrix.

Se recolecta gradualmente ya que no todos los arándanos maduran al mismo tiempo. Si el fruto va destinado para consumo en fresco, la recolección se realiza de forma manual y cuidadosa, llevándose a cabo 3-8 pases cada 7 días aproximadamente. La selección del arándano se realiza según el índice de madurez, el color y el tamaño. Éstos deben ser colocados directamente en envases, que suelen ser tarrinas de plástico de 125g.

Cuando la fruta va destinada a industria, la recolección puede ser manual o con maquinaria, realizando 1-2 pases como máximo. El inconveniente de la recolección mecanizada reside en que no hay recolección selectiva de fruto, y por tanto, aumenta el número de piezas a destrío.

9. POSTCOSECHA

Los arándonos recogidos para consumo en fresco, se deben pre-enfriar antes de transcurrir cuatro horas desde la recolección. Esta técnica se realiza en un depósito provisional, donde se hace pasar aire forzado entre los envases, bajando así la temperatura hasta 15ºC. Esta fase es muy importante, ya que estos frutos tienden a sobremadurarse, provocando por tanto el ablandamiento de la pulpa y la consecuente pérdida de color y sabor.

Seguidamente, se deben transportar los envases a una cámara frigorífica donde se mantendrán almacenados a una temperatura de 0,6-0ºC y una humedad relativa del 90-95%. En estas condiciones, las bayas se pueden conservar durante 2-3 semanas sin sufrir pérdidas de calidad, siempre y cuando no se haya roto la cadena de frío. Este periodo se puede aumentar hasta a dos meses si el almacenamiento tiene lugar en cámaras frigoríficas con atmósfera controlada (10-12% CO2 y 10% O2).

Los frutos con destino industrial suelen ser aquellos que presentan un tamaño pequeño o algún tipo de daño que los haga no aptos para consumo en fresco. Éstos deben ser almacenados en cámaras de congelación, donde permanecerán allí hasta el momento de su venta.

10. VALOR NUTRICIONAL

Contenido por 100 gramos de sustancia comestible
(valores aproximados, pueden existir ligeras variaciones
en función del origen y variedad analizada)
Agua (g)87,4
Proteínas (g)0,3
Fibras (g)1,7
Calorías (kcal)42
Vitamina A (UI)30
Vitanina B1 (mg)0,0014
Vitamina B2 (mg)0,0024
Vitamina B6 (mg)0,012
Vitamina B6 (mg)12
Ácido nicotínico (mg)0,2
Ácido pantotónico (mg)12
Sodio (mg)2
Potasio (mg)72
Calcio (mg)14
Magnesio (mg)6
Manganeso (mg)0,5
Hierro (mg)0,5
Cobre (mg)0,26
Fósforo (mg)10
Cloro (mg)4

11. APLICACIONES

11.1. Medicinales

  • Se utiliza como antiséptico de las vías urinarias gracias a la presencia de hidroquinona.
  • Presenta propiedades antidiarreicas, antiinflamatorias y astringentes, gracias a su alto contenido en taninos.
  • Presentan dos tipos de glucósidos (mirtillina a y mirtillina b), cuya acción mejora la sensibilidad de la retina, aumentando así la agudeza visual en situaciones de baja luminosidad.
  • Se utilizan para problemas circulatorios gracias a la presencia de antocianinas que aumentan la resistencia de los vasos sanguíneos y reducen su permeabilidad.
  • Gran antioxidante, reductor del colesterol y protector de riesgos cardiovasculares.
  • Reducen el azúcar en la sangre y tienen propiedades antiinflamatorias.

11.2. Culinarias

En la industria conservera tiene un papel cada vez más importante debido a la demanda de éste para la obtención de mermelada, bebidas alcohólicas y colorantes. Debido al jugo de su pulpa, se acompaña muy bien en platos de caza, en la confección de salsas de cocina o como guarnición para carnes y pescados. Por otro lado, el fruto también puede transformarse en jaleas y confituras, siendo relleno de tartas y pasteles.

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