El cultivo de la Mora. Características y tips para aumentar la producción

Es una planta arbustiva y perenne de tallos rastreros o semierguidos que produce frutos de color rojo-morado. Las moras son polidrupas con forma elipsoidal.

TAXONOMÍA Y ORIGEN

FamiliaRosaceae
GéneroRubus
EspecieR. fruticosus
R. glaucus
R. ulmifolius
Nombre comúnMora
Mora de castilla

El género Rubus comprende unas 300 especies aceptadas, originarias de las zonas tropicales altas de América y del norte de África. Entre las especies más cultivadas se encuentra Rubus glaucus.

CULTIVO DE LA MORA

MORFOLOGÍA

Se trata de una planta perenne y arbustiva de tallos rastreros o semierguidos.

CULTIVO DE LA MORA

Raíz: Posee una raíz pivotante que alcanza unos 30cm de profundidad. Las raíces secundarias se distribuyen entre los primeros 10-20cm de profundidad.

Tallos: Presentan numerosos tallos bianuales (durante el primer año crecen y el segundo florecen y fructifican) que emergen desde la corona de la planta. Los tallos primarios son muy ramificados y de longitud variable, llegando a arquearse conforme van creciendo. Generalmente presentan espinas.

Hojas: Presentan hojas de largo peciolo, imparipinnadas, de tres o cinco foliolos, alternas y con forma oblongo-lanceolada y bordes aserrados. Normalmente son de color verde oscuro por el haz y algo más claro por el envés.

Detalle de los tallos de la planta de la mora

Flores: Posee flores hermafroditas de numerosos pistilos y estambres, que se desarrollan principalmente en racimos laterales y terminales. El cáliz está compuesto por cinco sépalos lanceolados de color verde y la corola por cinco pétalos lobulados de color blanco o rosado, según la especie.

Fruto: Los frutos son polidrupas de forma elipsoidal. Son varias drupas adheridas a un receptáculo de 5-7mm de diámetro y de color rojo-púrpura en su maduración. La floración de la mora no es homogénea, por lo que los frutos maduran de forma dispersa.

Temperatura: Este cultivo requiere de un clima relativamente fresco y soleado, aunque es susceptible a heladas. El rango óptimo oscila entre 16-25ºC. Para salir del reposo, este cultivo requiere acumular un total de 700 horas-frío.

La mora tolera un amplio rango de altitudes. No obstante, el óptimo oscila entre 1200 y 2000 metros sobre el nivel del mar.

Humedad: El rango óptimo de humedad oscila entre el 70-90%. Un exceso de humedad favorece la proliferación de enfermedades así como también resulta perjudicial para la maduración del fruto.

Sustrato: La mora tolera gran diversidad de suelos siempre que tengan buen drenaje, ya que es muy sensible al encharcamiento. No obstante, se desarrollan mejor en suelos franco-arcillosos. Requieren de suelos con un elevado contenido de materia orgánica, fósforo y potasio y un pH en torno a 5,5-6,5.

 Riego: El sistema de riego más habitual es el riego localizado. Se deben dar riegos cortos y frecuentes, evitando en todo momento el encharcamiento.

La mora es una planta resistente a la sequía. Sin embargo, resulta fundamental su riego durante todo el ciclo para la obtención de un número de frutos y calibre mayor. Por tanto, una correcta aportación hídrica al cultivo de la mora supone un aumento del rendimiento de la explotación.

La mora se puede propagar tanto sexual como asexualmente, aunque el método más utilizado comercialmente es el segundo. La propagación sexual solamente se lleva a cabo en laboratorio para la obtención de nuevas variedades. La semilla de la mora tiene un poder germinativo muy bajo y las plántulas que consiguen emerger y crecer, lo hacen a un ritmo muy lento.

Propagación asexual: Se emplean distintos métodos de propagación asexual:

– Acodo: Se trata del mejor método para obtener plantas vigorosas. Esta técnica consiste en que una porción de tallo de la planta madre enraíce sin ser separada de ésta. Una vez que los tallos hayan enraizado se separan de la planta madre. Existen distintos métodos de acodo:

Acodo rastrero: Este tipo de acodo se debe realizar en tallos largos (1,5-2,5m) y de buenas características. Seguidamente, se extienden en el suelo, enterrando porciones de tallo cada 25cm aproximadamente para favorecer el desarrollo de raíces. Transcurrido mes o mes y medio, los acodos se deben separar de la planta madre, manteniéndolos en esas mismas condiciones durante 15-30 días más. Con este método se pueden obtener de 3-5 plantas por rama.

Acodo de punta: Este tipo de acodo consiste en arquear una rama, enterrando el extremo de ésta unos 10cm aproximadamente o utilizando una bolsa con sustrato previamente desinfectado. Del extremo del tallo se desarrollan las nuevas raíces. A los 30 días se cortan a 50cm de la base del tallo, obteniéndose así una plana lista para el trasplante definitivo.Con este método se obtienen plantas de elevado vigor. Sin embargo, es mucho más costoso que el anterior al tener que obtener una plántula por tallo.

– Estacas:
 Este método consiste en obtener porciones de 35cm de tallos vigorosos. Para ello, el diámetro de dichos tallos debe ser de al menos 1cm y cada estaca tener 3-4 yemas. El corte de las estacas se debe realizar por encima de las yemas.

Para obtener un buen enraizamiento, puede resultar necesaria la aplicación de fitohormonas en la base de las estacas y de parafina en la parte superior. De este modo, se reduce la deshidratación y la incidencia de patógenos. La siembra de éstas se debe realizar directamente en bolsas con sustrato y materia orgánica desinfectada.

Este sistema es más costoso que los anteriores, pero proporciona mayor cantidad de material.

5. TÉCNICAS DE CULTIVO

 Preparación del terreno: Antes de llevar a cabo la plantación, es recomendable realizar un análisis del suelo para determinar la necesidad de llevar a cabo enmiendas o correcciones nutricionales. Una vez analizado el suelo, se realiza una labor de subsolado en los primeros 40-50cm de profundidad y a continuación, una labor de arado (si es necesario, se aprovechará para aportar materia orgánica). De este modo, se mejora el drenaje del suelo. Por otro lado, también es conveniente realizar caballones de 0,3m de alto y 1,2m de ancho.

Una vez preparado el suelo, se procede al delineado y trazado del lugar realizando las excavaciones necesarias (40cm de profundidad x 40cm de diámetro) donde posteriormente se colocarán las plantas.

 Plantación: La mejor época para llevar a cabo la plantación es a finales de otoño – principios de invierno intentando mantener siempre el suelo húmedo.Por lo general, el marcode plantación que se aconseja en cultivo de mora es de 1,2-1,5m entre plantas y 1,7-3m entre líneas.

 Entutorado: La planta de la mora es de crecimiento rastrero, por lo que resulta fundamental el entutorado. De este modo, se facilita la aireación y el manejo del cultivo. En dicho cultivo se utilizan distintos tipos de entutorado:

Espaldera sencilla en línea: Este entutorado consiste en la colocación de una serie de posters de 2,5m de alto a cada lado de la hilera manteniendo las plantas en el centro. La distancia entre posters suele ser de 2m aproximadamente. Una vez situados, se procede a la colocación del alambre.

El primer alambre se sitúa a 60cm de altura respecto del suelo y el resto a 40cm de distancia entre ellos. Normalmente, se disponen cuatro filas de alambre para facilitar la recolección, ya que de este modo se impide que las ramas cuelguen.

Espaldera doble en línea o en “T”: Consiste en colocar una serie de posters en forma de “T”. Cada poster está compuesto por un eje vertical de 2m de altura y uno transversal de 0,8m. La distancia entre ellos suele ser de 2m. En cada extremo del poster horizontal, va sujeta una hilera de alambre galvanizado de forma que la planta queda situada entre ambas hileras.

Entutorado en cultivo de mora

Espaldera en doble “T”: En este sistema, cada poster vertical de 2m de altura presenta dos ejes transversales. El eje inferior suele ser de 0,5m y el superior de 0,8m. En los extremos de los posters horizontales se sujeta una hilera de alambre galvanizado.

Espaldera en cuadro o cajón: Este sistema se utiliza para entutorar una sola planta. Consiste en la colocación de 3-4 posters en posición horizontal formando un triángulo o rectángulo, de forma que la planta queda en el centro de dichas figuras.

Poda de Fructificación: Este tipo de poda se realiza después de la cosecha. Consiste en eliminar aquellas ramas que han dado producción. El objetivo de esta poda es estimular el crecimiento de los brotes laterales y la formación de nuevas ramas productivas. Es necesario también podar las ramas vegetativas.

Poda de Renovación: Este tipo de poda se realiza a los diez años de vida de la planta. Consiste en cortar todos los tallos reduciéndolos a una longitud de 10cm. El corte se hace en sentido diagonal y éste se cubre con parafina para evitar que el agua de lluvia penetre y favorezca la aparición de enfermedades.

Polinización: Las flores de las moras son hermafroditas y autocompatibles. No obstante, la polinización cruzada mejora la calidad del fruto. Por ello, es recomendable colocar 2 colmenas/ha de abejorros (Bombus terrestris).

Fertilización: Para llevar a cabo una buena fertilización se recomienda realizar un análisis foliar y de suelo.

1) El Nitrógeno es fundamental durante el desarrollo de la planta, ya que está relacionado con la formación de hojas y tallo; 2) el Fósforo es necesario en el proceso de enraizamiento y en la formación y maduración del fruto y 3) el Potasio es necesario para la maduración y buena calidad del fruto. Los micronutrientes, como el cobre y el hierro, también se deben tener en cuenta, ya que la planta es muy sensible a la deficiencia de éstos.

Después de la cosecha, es necesaria la aplicación de una adecuada cantidad de nitrógeno complementado con zinc para favorecer el desarrollo de la planta.

Vayas, J (2000) recomienda la fertilización con 330kg/ha de Nitrógeno, 60kg/ha de Fósforo (P2O5) y 300kg/ha de Potasio (K2O). Las aplicaciones deben realizarse de forma fraccionada: 50% durante la fase de poda, 25% durante el cuaje de frutos y el 25% restante durante el desarrollo de los frutos (ciclo productivo del cultivo).

La aportación de microelementos como hierro y cobre se realiza mediante aplicaciones foliares.

Poda: Esta labor es imprescindible para el cultivo de la mora. Existen diferentes tipos de poda en el tiempo.Poda de Formación: Este tipo de poda se realiza cuando la planta está en crecimiento y, convenientemente, antes de la primera cosecha. Generalmente se dejan 6-10 ramas por planta. Es importante eliminar las ramas quebradas, torcidas y aquellas que sean muy vigorosas.

PLAGAS Y ENFERMEDADES

6.1. Plagas
 Trips (Frankliniella spp.):Se trata de una plaga cuyas larvas producen daños al alimentarse de los tejidos de la planta. Los síntomas que se manifiestan son la caída de pétalos, aborto de flores y deformación de frutos. Las hembras adultas producen daños al ovipositar, dando lugar a verrugas como consecuencia.

Además, esta plaga origina también daños indirectos, ya que son transmisores de virus.Para su control es conveniente la realización de medidas preventivas, tales como la eliminación de malas hierbas y la colocación de trampas adhesivas azules.

Para la lucha biológica, resulta efectivo el empleo de depredadores como Amblyseius swirskii u Orius spp. El control químico se debe realizar mediante aplicaciones insecticidas compatibles con la fauna auxiliar. Si la densidad de población de la plaga es alta, las aplicaciones serán más frecuentes.

 Ácaros (Tetranychus spp.): Se presenta fundamentalmente cuando las temperaturas son altas (30ºC) y el ambiente seco. Los síntomas que aparecen son unas punteaduras de color amarillo en el haz de las hojas y a lo largo de los nervios principales. Posteriormente, estas punteaduras se tornan de color marrón y se abarquillan, obteniendo un aspecto polvoriento.

Finalmente, dichas hojas se desecan y caen. Es frecuente también encontrar finas telarañas en el envés de las hojas afectadas. Si el ataque es muy fuerte, la planta amarillea, se torna de color cobrizo y acaba muriendo. Los ácaros también pueden afectar al fruto, provocando en él una coloración rojo oxidado.

Para evitar la propagación de esta plaga se deben llevar a cabo una serie de medidas preventivas:
– Aumento de la humedad relativa
– Manejo de material vegetal sano
– Eliminación de malas hierbas y material infestado
– Adecuado marco de plantación, de forma que no exista contacto entre plantas consecutivas
– Evitar exceso de abono nitrogenado
– Uso de plantas cebo
– Tratamientos químicos durante el invierno (en este periodo la plaga permanece inactiva)

Otro método de control es la lucha biológica mediante la utilización del ácaro depredador Phytoseiulus persimilis. Si la infestación es severa, será necesaria la intervención química. Es fundamental realizar aplicaciones alternando acaricidas con modo de acción diferente para así evitar la aparición de resistencias.

– Mosca y gusano de la fruta (Anastrepha spp.; Ceratitis capitata): Son plagas cuya actividad máxima se desarrolla durante el verano. Los daños son producidos por larvas que se introducen generalmente en el fruto maduro, se alimentan de la pulpa y dejan sus excrementos dentro del mismo. Además facilitan un punto de entrada para otros patógenos.

Para el control de estas plagas se debe recurrir a los siguientes métodos:
– Colocación de trampeo masivo.
– Suelta de machos de su misma especie previamente esterilizados.

Como control químico se deben aplicar insecticidas autorizados de manera localizada.

Barrenador del tallo (Epialus spp.):Los síntomas son originados por las larvas, las cuales provocan el engrosamiento del cuello del tallo. Cuando éstas penetran el mismo, originan numerosas galerías. Como consecuencia de estos daños, la apariencia de la planta se vuelve clorótica y posteriormente se necrosa y muere.Para su control se deben aplicar insecticidas autorizados de manera localizada.

6.2. Enfermedades

 Pudrición del fruto (Botrytis cinerea)Se trata de un hongo que se refugia en los tejidos senescentes, para que a la salida del invierno, sus esporas sean diseminadas por el viento o las gotas de lluvias.

Los daños más importantes se manifiestan en el fruto, provocando en ellos un ablandamiento que finaliza con una masa de micelio que cubre todo el fruto. También, provoca daños en tallos y hojas, dando lugar a masas de micelios sobre éstos.

En la recolección es preciso descartar los frutos afectados, ya que si entran en contacto con los sanos pueden infectarlos.

El control de este hongo es muy importante debido a su capacidad para sobrevivir como saprófito. Se debe evitar el exceso de humedad, ya sea disminuyendo la dosis y frecuencia de riego, aumentando el marco de plantación o ventilando.

También es conveniente retirar restos de poda y tejidos enfermos, cortándolos a ras de tallo y utilizando siempre herramientas desinfectadas. Para su control químico se deben realizar tratamientos preventivos, durante la floración y tras las lluvias. Se recomienda alternar productos de diferentes grupos sistémicos.

Verticillium spp: Se trata de un hongo que afecta a raíces y tallos originando en ellos manchas oscuras. Como consecuencia de la oclusión del sistema vascular de la planta por parte del micelio del hongo, las plantas dejan de crecer, las hojas se marchitan y amarillean y/o se tornan de color oscuro.

Para el control preventivo de este hongo se debe contar con un correcto drenaje. En caso de que la enfermedad sea severa, se debe recurrir a la eliminación del material vegetal infectado.

Chancro de las raíces: Se trata de una enfermedad bacteriana que causa sobre las raíces (Agrobacterium tumefaciens) o en el cuello (Agrobacterium rubi) gruesas excrecencias agalliformes. Estas formaciones obstaculizan la circulación de la savia, provocando la muerte, o bien, pueden permanecer débiles y escasamente productivas. Las agallas formadas sirven como reservorio a otros patógenos por lo que durante el invierno se observan con pudriciones y coloraciones pardas.

Cualquier labor que pueda causar heridas en las raíces, puede favorecer la diseminación de estos hongos. Por tanto, para llevar a cabo su control, se deben eliminar aquellas plantas procedentes de vivero con síntomas evidentes. Además, se deben eliminar en su totalidad las partes afectadas de la planta y llevar a cabo una buena desinfección del material empleado.

Pudrición de raíces (Phytophthora spp.): Estos hongos se ven favorecidos por la presencia de agua libre en el suelo y temperaturas comprendidas entre 13-19ºC.

Los primeros síntomas se manifiestan en las hojas (necrosis del margen del limbo foliar y marchitez) y en los brotes (clorosis y posterior marchitez). Por otro lado, las raíces se necrosan, por lo que el número de brotes disminuye, así como también el vigor de la planta.

Para llevar a cabo un control preventivo, se debe evitar la plantación en suelos con drenaje deficiente, evitar el exceso de riego, eliminar material sintomático, etc.

Antracnosis (Glomerella cingulataColletotrichum spp.)Esta enfermedad se manifiesta originando pequeñas manchas de color oscuro en los tallos y manchas pardas circulares rodeadas de un aro púrpura en las hojas.Para el control preventivo de esta enfermedad se deben realizar una serie de labores culturales.

COSECHA Y POSTCOSECHA

Para llevarlas a cabo es importante evitar cualquier tipo de herida (en caso de ser necesario, controlar las heridas realizadas), eliminar el material vegetal afectado, podar para que la planta se encuentre bien aireada, reducir la humedad relativa del ambiente, etc. En caso de ser necesario el control químico, se deben realizar aplicaciones alternas con insecticidas a base de cobre.

La cosecha de la mora se lleva a cabo normalmente a los ocho meses desde el trasplante. Se debe realizar cuando la fruta se encuentre en su momento óptimo de maduración, que suele coincidir cuando ésta adquiere un color rojo tinto.

Por otro lado, la mora es muy sensible al magullamiento, por lo que esta labor debe ser sumamente cuidadosa, requiriendo trabajadores cualificados. Se deben recoger una a una durante las primeras horas de la mañana y depositándolas en los envases directamente, evitando dejarlas caer y manteniendo la fruta bajo sombra y protegida para evitar la deshidratación.

La clasificación y el envasado se deben realizar en campo para que su manipulación sea mínima. Dicho envasado se lleva a cabo en bandejas de plástico clamshell. La mora se puede clasificar en tres grupos:

CalidadLongitud (cm)
Extra> 5
Primera o especial2,5-3,5
Segunda o corriente< 2,2

La fruta herida o defectuosa se debe recolectar ya que puede ser utilizada para industria.

El peso de las bandejas es un paso importante en el proceso de control de calidad. Las moras deben tener un peso neto entre 170-175g por clamshell después del envasado, para llegar al destino de exportación con un peso neto mínimo de 160g. Un peso superior a 175g está sujeto a sanciones monetarias rígidas.

Por último, las bandejas correctamente preparadas, se colocan en una caja plana de cartón (flat) de exportación de 2kg para ser enfriados por medio de aire frío forzado.

Las moras necesitan ser enfriadas con aire frío forzado y humedad relativa en torno al 90-95% con el objetivo de bajar la temperatura interna en la pulpa entre 0-1°C. Es importante que las moras se encuentren en condiciones de frío lo antes posible, ya que si permanecen en campo más de tres horas, se produce una disminución importante de calidad.

Por último, después del periodo de enfriamiento, las moras deben ser almacenadas (sin perder la cadena de frío) a una temperatura de 0-1ºC. Si la fruta se destina a exportación, no se debe almacenar más de un día.

Artículos Relacionados

Artículos Destacados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.